Si tu objetivo es descubrir cómo tus acciones están influenciadas por el inconsciente, un nuevo test de personalidad puede ayudarte ya que funciona como una herramienta de autoconocimiento ligada a la energía que tenés en la actualidad.
La idea es que veas la imagen, elijas un objeto y conozcas cuál es tu forma de actuar o hablar cuando vives un cierre o despedida, sea del tipo que sea. Sólo debes conectar con tu intuición, aquella percepción que te guía en base a lo que vas sintiendo en el momento.
Finalmente, una vez que hayas elegido uno de los tres elementos, podrás conocer cuál es el mensaje que tienen para decirte.
Observá la imagen y elegí un elemento
Los resultados de tu elección
Silla
Si elegiste esta opción, probablemente no sos muy bueno con los cierres y las despedidas. Sos de los que se queda un poco pegado en el pasado, o que sencillamente no avanza cuando algo cambia realmente. ¿Por qué?
Quizá en vos hay un miedo a lo que no puedes controlar, y ahí tenés que revisar si hay algún episodio en tu vida que te lo generó. Es importante que intentes avanzar ya que el mundo sigue girando y sino llegará un momento en el que te sentirás perdido o perdida, sin ni siquiera reconocer lo que eres.
Caballo
La elección de este caballo de carrusel indica que sos de los que asegura tener gran capacidad para adaptarse a los cierres y nuevos comienzos, aunque la verdad es que partís muy bien, pero tendés a volver a lo mismo, e intentar que nada cambie.
¿Qué pasa en vos que no sos capaz de salir de viejos patrones, o alejarte de la gente con la que la relación cambió? Sí, sueles partir muy bien y tratar de hacer todo de la mejor forma, pero cuando vas a entrar a nuevas relaciones o podés hacer un cambio real en tu vida, te boicoteas y volvés a viejos patrones.
Tren
El tren expresa que probablemente sos una persona que ha aprendido a vivir con los cierres y te adaptaste a los cambios que traen las despedidas, por lo que realmente dices “esto terminó” y actúas conforme a eso.
Pero lo anterior puede no ser color de rosas, está la posibilidad de que te hayas adaptado tanto a lo anterior, que vives pensando que todo se va a terminar, y eso hace que no te abras realmente a experimentar nuevas relaciones.