Enero de 1977 se presentó movido en cuanto a espectáculos se refiere, ya que el día siete actuaron en nuestra provincia Charly García y La Máquina de hacer Pájaros y Palito Ortega. Mientras Charly lo hizo en el Palacio de los Deportes, nuestro comprovinciano, junto a orquesta y coro, actuó en el Club Caja Popular.
La presentación de García se enmarcaba en el Ciclo Recreativo Cultural de Verano que organizaba el por entonces Banco de la Provincia de Tucumán. En la nota de presentación nuestros colegas de entonces expresaban que “Charly García ocupa un destacado lugar en su especialidad y su elenco fue recientemente consagrado en Buenos Aires como conjunto del años”. Además se hacía una pequeña biografía, que en la actualidad es bastante gigante y conocida, donde se decía que “iniciado a los 18 años con Nito Mestre en el célebre dúo Sui Generis, Charly García se convirtió rápidamente en una de las figuras fundamentales de la música progresiva en nuestro país. Tras su separación en 1975 formó el grupo actual con el que debutó en ´La Bola Loca´ de Buenos Aires con notable éxito de público y crítica”. Además se reproducía un artículo de la revista Somos que señaló: “logró sintetizar en su música las expectativas de toda una generación. Por su parte el diario La Opinión expresó que “es uno de sus más dotados representantes”. En aquella banda Charly ejecutaba el sintetizador y el piano eléctrico también estaban el bajista José Luis Fernández, el guitarrista Gustavo Bazterrica, el baterista Oscar Moro y el organista Carlos Cutaia.
La crítica de nuestro diario señalaba que la presentación “constituyó un singular suceso de público. Los jóvenes colmaron totalmente las instalaciones, cuya capacidad es de 7.000 personas, y aplaudieron largamente a este reconocido grupo”. En otro tramo se señalaba que “en los tramos finales el público invadió el escenario, bailando y aplaudiendo, mientras algunos blandían discos de ¨La Máquina de hacer pájaros´”. La dirección general del evento estuvo a cargo de Salvador Rimaudo mientras que los actores Cristina Sbrocco y Alberto Benegas fueron los presentadores del espectáculo.
Ramón Ortega
“De a poco voy a ir dedicándole más tiempo al cine. Es difícil retirarse de la canción, sobre todo cuando uno los siente tanto. Yo soy fundamentalmente compositor, así que no podré dejar de componer” señaló a nuestro diario Palito poco antes de presentarse en aquel enero de 1977. El tucumano reconoció que graba un longplay por año y anunciaba que pocos meses después iba a iniciar la producción de un film con Carlitos Bal´+a y Juan Carlos Altavista. Además anunciaba que iba actuar en Mendoza y el sur del país. Y en marzo se presentaba en Nueva York y Miami.
Por otro lado fue consultado por su visita a zonas del interior provincial y señaló que “lo importante son todos los pueblos nuevos que se están haciendo. Esa sí es auténticamente una forma de colaborar con la población. Considero que no tiene que haber tucumanos viviendo en ranchos que no cuentan, con las más elementales comodidades para el ser humano”.
En 1966
Para Ortega venir en enero a su provincia era una costumbre. Ya que once años antes, en 1966 estuvo de incógnito por un par de días alojado en la hostería de San Javier. “Es fijación. Cuando salió la nueva ola yo me empecé a distinguir. Todo era locura, sabés, y yo era tan tranquilo. Y empezaron: mirá que serio, mirá que no se ríe. Una vez, en el Canal 11, casi me echan; ‘vos sos nuevo, te tenés que reir’, me decían. Así, sin darme cuenta, empecé a cantar serio como canto. No es ninguna pose”. Así comenzaba la entrevista que “Palito” le dio a LA GACETA el dos de enero de 1966. Había llegado de incógnito para pasar las fiestas de fin de año con su familia.
Durante la charla, el artista tuvo dichos polémicos, como los referidos a su poca penetración en el Barrio Norte porteño y la “alta sociedad”. “Lo que pasa es que la gente de Barrio Norte pensaba que la juventud iba a venir a ellos, y no ellos a la juventud. Los hemos ignorado y estoy feliz de que no compren mis discos. Es la minoría y no me interesa”. La felicidad mía es ser ídolo del pueblo, más de una vez lo he dicho: me extraña que ahora descubran el ‘fenómeno’. En cuanto a su fama de entonces, quien luego sería gobernador de Tucumán (1991-1995) dijo: “mirá, en Santa Fe, mi avión tenía que llegar a las 11 y llegué a las 5 de la tarde. Había 25.000 personas en la calle: yo cantaba desde un balcón. No está bien que yo lo diga, pero hay que tener algo bastante fuerte para arrastrar gente así. Debe haber algo en mí que yo mismo no veo. Los americanos lo llaman ‘ángel’, ‘misterio’, qué sé yo”.
En referencia a sus gustos, Ortega disparó otra polémica: “cuando leo a (Jorge Luis) Borges no siento nada. Es como escuchar a (Astor) Piazzola: músico sensacional, pero me llega más Troilo”. A la vez, aclaró que no se considera poeta: “Yo soy un tipo que siente la necesidad de decir algo, y lo digo como lo siento”.
Consideró que algunas de sus obras iban a perdurar en el tiempo y fue así. “Sabor a nada”, “Papeles” o “Lo mismo que usted” son canciones emblemáticas del nacido en Mercedes.
Anuncio de boda
En aquella entrevista anunció que se iba a casar con Evangelina Salazar, aunque la boda se dio poco más de un año después en Buenos Aires. De ella dijo: “hay que verla. No es porque yo esté enamorado, pero te aseguro que no tiene contra”.