Transitar esa carretera se ha transformado en una pesadilla. Por eso, ahora, empresarios y fuerzas vivas del sur tucumano expresaron su preocupación ante la posibilidad de que, frente a las restricciones presupuestarias dispuestas por el Gobierno nacional, vuelvan a frustrarse las obras de duplicación de calzada de esa importante vía troncal.
El jefe de distrito de Vialidad Nacional, Jorge Correa, admitió a LA GACETA la situación de incertidumbre que se advierte aunque alentó la posibilidad de que las obras contratadas tengan continuidad. “Lo que se va a redefinir es cómo será el financiamiento”, apuntó. “En este momento están en análisis todas las obras por parte de las autoridades hasta que se decida cuál va a ser el destino de cada una. En principio, entendemos que las obras que no están comenzadas se diferirán sus inicios”.
Correa precisó que el distrito Tucumán tiene 11 proyectos viales terminados, algunos de las cuales registran avances en el proceso de licitación. Es el caso del acceso a León Rougés. Ahí se presentó también la empresa Paolini Hermanos como oferente. “Es una obra súper importante en razón de estar en un sector de movimiento vehicular neurálgico”, expuso Correa.
Adjudicada
En octubre Vialidad de la Nación adjudicó a la empresa Paolini Hermanos S.A el tramo que se extiende desde Famaillá hasta Monteros. El proyecto, que representa una inversión de $ 18.000 millones, contempla la construcción de la obra básica, pavimento, puentes y obras complementarias, a lo largo de 21 km. Ahora quedó en espera.
La otra sección que se prolonga desde Monteros hasta Concepción se encontraba en trámite de licitación y a la espera de presupuesto. El futuro de ambos proyectos por ahora es en rigor incierto a partir de las afirmaciones del presidente, Javier Milei, en el sentido de que frente a la falta de recursos las obras viales deberán ser ejecutadas y financiadas por empresas privadas.
Privatizar
“Hay obras en ejecución que acusan demoras de pago de hasta cuatro meses. Por eso todas las nuevas no tienen perspectivas reales de que el Estado las ejecute. El mismo presidente lo dijo: ´no hay plata´. De ahí la pregunta: ¿qué hacemos con la duplicación de la 38? Es vital que tanto el sector privado y estatal se pongan de acuerdo y avancen en su ejecución. Si hay que pagar peaje, habrá que hacerlo”.
Es lo que expuso Julio Delgado, secretario del Centro de Defensa Comercial del Sur e integrante de la Federación Económica de Tucumán (FET). “Aquí hay una necesidad productiva y de seguridad. La cantidad de accidentados representan un alto costo económico a la provincia. A un internado hay que asistirlo en los hospitales hasta semanas. Por otro lado la 38 es vía vital para los distintos sectores de la producción, entre ellos el citrícola, cañero y la industria”, expuso el dirigente.
Delgado insistió en que la provincia, la Nación y el sector privado “deben juntarse y definir una salida a los inconvenientes que frenan la ampliación de la carretera”. “No nos podemos parar. Esta es una ruta que moviliza también al comercio y el turismo. La urgencia también se da por el atraso que registra la provincia en obras viales, a pesar de ser en el NOA la que más movimiento vehicular tiene”, apuntó.
Oscar Guerra, de las Fuerza Vivas, también expuso la premura de avanzar con los proyectos de duplicación de la traza nueva de la 38 para en una vía de comunicación terrestre vital para el desarrollo económico de la provincia y para as posibilidades de integración al corredor bioceánico con salida a los puertos de Chile.
“Una ruta al límite de colapsar desalienta las posibilidades de desarrollo de esta región. Por eso se deben extremar las gestiones y diligencias tendientes a reactivar un proyecto que se torna incierto frente al realidad económica del país”, añadió.
Dos décadas
Las obras previstas para la traza nueva de la 38 figuran en el diseño original. El proyecto contempló una autopista de cuatro vías desde Famaillá hasta Alberdi. En razón de la grave crisis económica del 2001, se decidió en una primera etapa la concreción de una traza de solo dos vías. Se la comenzó a ejecutar en el 2004 y los 75 kms de extensión se los logró concluir en el 2015.
Desde entonces jamás se avanzó con la obra de la otra traza. “En general las expropiaciones de los terrenos por el que atravesará la vía están hechas y trabajamos en cuestiones técnicas y de diseño que hay que reformular por distintas razones. Es probable que se tenga que incorporar algunos puentes, entre otros detalles”, explicó Correa cuando anunció la adjudicación del tramo Monteros- Famaillá de la duplicación de calzada.