Todo depende del cristal con el que se mire. Una mala experiencia, por ejemplo, puede ser fuente de una valiosa lección o de una anécdota para el recuerdo. A veces sólo es cuestión de querer verlo. Y esa es la mirada que Martín Contini ha decidido darle a su 2023: la de un año positivo a pesar de que los resultados no fueron los mejores, sobre todo comparados con los de 2022, temporada en la que llegó a caminar por las nubes del golf, el PGA Tour.
“Siempre habrá cosas positivas que rescatar. A veces más, a veces menos, pero siempre hay algo. Y en este caso, trabajé mucho en lo mental con un psicológo. El trabajo fue bueno, así que estoy contento por eso. Y por eso quiero seguir haciéndolo. Hay que ser paciente y perseverante, más en este deporte, que hay cosas que aparecen cuando menos lo esperás”, ilustra Martín, tras una temporada de Korn Ferry en la que logró un top 10 (fue 8° en el Memorial Health Championship, que llegó a liderar tras la segunda jornada), dos top 15 (fue 14° en el Bahamas Great Exuma Classic y 11° en el BMW Charity Pro-Am), pero también muchos cortes perdidos, lo que le impidió sostener su membresía en ese Tour. Además, llegó a jugar un torneo de PGA (Butterfield Bermuda Championship, al que entró por Monday Qualyfier), en el que finalizó 65°.
Martín que no hubo un motivo particular, como cambio de palos o cuestiones personales, sino la propia naturaleza del golf. “No lo descifra ni el que más lo estudia. Esto es así. Un día andás bien, al otro no. Un torneo sí, otro no. Un año sí, otro no. Y todo esto quizás con el mismo nivel de golf. Los resultados no fueron los que yo quería, pero en líneas generales al trabajo lo hice. Creo que es cuestión de ir haciendo hincapié en las cosas importantes”, considera.
Una pausa necesaria
Además de para hacer un balance, la pausa por las Fiestas le permitió volver a Tucumán y conectarse con esa cotidianidad que se pierde de tanto estar afuera. A diferencia de otros colegas y amigos tucumanos, Martín suele tocar poco y nada los palos cuando vuelve. Prefiere descansar. “Es linda la tranquilidad de estar en el lugar al que uno pertenece. Hoy tengo la suerte de poder viajar un poco más junto a mi esposa, pero también disfruto de volver y estar con la familia y los amigos, así como las costumbres y hasta la comida. Son cosas que parecen normales, pero que son las que mas extrañas cuando estás lejos. Por ejemplo, el otro día disfrutaba de ir a la pollería mientras paseaba el perro. A lo mejor es algo que cuando estás siempre en tu casa te parece un embole, pero cuando estás mucho tiempo afuera tiene otro valor. Y a veces uno está tan metido en ese ritmo de jugar y entrenarse semana tras semana, que no tenés tiempo para esas cosas”, grafica el yerbabuenense.
Al ya no estar dentro del circuito Korn Ferry, la agenda próxima de Contini es bastante difusa todavía. Su intención es jugar algunos torneos clasificatorios en Latinoamérica y en Estados Unidos, siempre con el objetivo futuro de recuperar su tarjeta de miembro del Korn Ferry para, a partir de ahí, volver a soñar con el PGA. Seguramente jugaré en qualyfiers de Panamá, Colombia, Argentina y Chile para ver si puedo entrar a algunos torneos de Korn Ferry. Si competiré en torneos argentinos, ya se verá. Si Dios quiere sí, pero tengo que ir viendo cómo se va armando la agenda de acuerdo a cómo me vaya en las clasificaciones”, revela.
El de 2024 entonces será un camino de reconstrucción a partir de las herramientas en las que ha trabajado en 2023. “Para este año no me he planteado nada específico. Simplemente seguir trabajando en lo que hice, en cosas que sé que van a dar frutos, más allá de que los resultados por ahora no fueron los mejores. A la vez soy medio ansioso y quiero que esos frutos lleguen ya, y eso en cierto punto me juega en contra. Por eso mi segundo anhelo será tener paciencia y tener siempre presente que los resultados van a llegar, tarde o temprano”.