Los decretos presidenciales: ¿una sana costumbre argentina?

Los decretos presidenciales: ¿una sana costumbre argentina?

Desde su llegada a la Casa Rosada, Milei dictó cinco decretos. Desde 1983 a la fecha, el presidente que más recurrió a esta herramienta fue Néstor Kirchner.

FOTO AFP. FOTO AFP.

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado por el presidente, Javier Milei, para “iniciar el camino de la reconstrucción” del país generó un brusco movimiento en el escenario político, económico y social por lo que puede llegar a representar la implementación de estas medidas, que plantean cambios en más de un centenar de normas actuales. 

En este contexto, el rol del Congreso quedó bajo la lupa porque el oficialismo está obligado a medir sus fuerzas, una vez más, para alcanzar el visto bueno de diputados y senadores. La situación también despertó interrogantes sobre cómo utilizaron los presidentes argentinos este recurso constitucional, desde la restitución democrática en 1983.

Un análisis del Sistema Argentino de Información Jurídica (SAIJ), del Ministerio de Justicia de la Nación determinó que el presidente que más DNU dictó durante su gestión fue Néstor Kirchner (Partido Justicialista), con 236. Por detrás se ubicaron Carlos Menem (Partido Justicialista), con 195; Alberto Fernández (Frente de Todos), 177; Eduardo Duhalde (Partido Justicialista), 154; Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria), 78; Mauricio Macri (Cambiemos), 71; Fernando de la Rúa (Alianza), 59; Adolfo Rodríguez Saá (Partido Justicialista), seis; y Javier Milei (La Libertad Avanza), con cinco.

Si a la cantidad de decretos, recientemente detallada, se la analiza por la cantidad de días de gobierno, el presidente que más medidas de necesidad y urgencia dictó fue Rodríguez Saá. Estuvo sólo ocho días en el gobierno y realizó seis, casi uno por día.

Luego, quien le sigue a Rodríguez Saá en mayor cantidad de DNUs por día es hasta el momento Milei, con 0,46 (cinco decretos en 11 días de gobierno). El último fue el DNU N° 70/2023, que cuenta con más de 600 páginas, entre las que se derogan o modifican una gran cantidad de leyes para “desregular la economía”.  

Duhalde, quien ejerció la presidencia de forma interina entre 2002 y 2003, es el tercer mandatario que más DNUs dictó en relación al tiempo que estuvo en el poder: emitió 154 DNUs durante un año y cuatro meses de gestión (0,3 por día).

En este mismo análisis, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue quien menos DNUs dictó teniendo en cuenta sus dos mandatos: 78 en 2921 días de gestión (0,03 por día). En ocho años como presidenta, utilizó la herramienta casi 10 veces por año.

En la mitad del período de gobierno, es decir un solo mandato, Macri usó casi la misma cantidad: 78 DNUs en 1.461 días (0,05 por día). Esto es: casi 18 por año.

Menem fue el presidente que más días estuvo al frente del país (teniendo en cuenta las presidencias registradas entre 1989 y 2023) y dictó en total 195 DNUs. Usó casi 19 decretos por año, un promedio de 0,05 por día. En semejanza con el presidente libertario, uno de sus decretos, el N° 2284/91, también planteaba la desregulación de la economía.  

De La Rúa fue presidente por 742 días y en ese período, usó 59 DNUs. En promedio, casi 30 por año (0,08 por día). Durante la presidencia de Alberto Fernández se utilizaron 177 DNUs, de los cuales 76 fueron en 2020, en el contexto de la pandemia de la COVID-19. En promedio, dictó 0,12 por día, en los 1.461 días de gobierno. Mientras que Néstor Kirchner dictó en promedio por día una cantidad similar a la de Alberto Fernández: 0,14 en 1.660 días al frente del país. En total, fueron 236 DNUs.

Extensiones

Si se tiene en cuenta la extensión de los decretos publicados en estos 40 años de vida democrática nos encontramos con que el decreto de Milei puede considerarse, hasta ahora, como el de mayor extensión por todos los ámbitos que abarca.

En la comparativa realizada por el sitio Chequeado hay dos decretos comparables en el pasado. Uno es el de Alberto Fernández al disponer el ‘ASPO’ (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) en la pandemia. Y el otro -el N° 2284/91- data de octubre de 1991 y se trató del mega decreto desregulador de la economía de Carlos Menem, con más de 100 artículos.

Debate clave

A partir de lo que establece el artículo 99, inciso 3, de la Constitución Nacional para este tipo de medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo Nacional, el Congreso juega un rol clave porque en sus manos está la aprobación o el rechazo al paquete de medidas. Un decreto puede quedar trunco con el voto mayoritario en cada una de las cámaras, pero si sólo una de ellas lo aprueba, el decreto es válido, al igual que si no es tratado por alguna. Mientras esto ocurre, un DNU tiene vigencia.

Mientras se espera que el Congreso conforme la comisión bicameral que debe analizar este nuevo DNU, en la historia reciente del país solo hay dos antecedentes de rechazos a decretos por la Cámara de Diputados entre 1983 y 2018, pero en el Senado no corrieron la misma suerte por lo que ningún DNU fue derogado por la intervención del Congreso.

Los dos DNUs que fueron rechazados fueron durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: el N° 2010/2009 y el N° 298/2010, ambos sobre deuda pública.

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