“Abajo el DNU”, fue la consigna de miles de dirigentes y de militantes de la CGT, y de otras organizaciones sindicales, políticas, sociales y “piqueteras” para manifestarse en contra de las primeras reformas implementadas por el presidente, Javier Milei (La Libertad Avanza).
La firma del decreto de necesidad y urgencia que desregula la economía y deroga múltiples leyes -incluidas normativas laborales- había motivado la multitudinaria convocatoria en pleno centro porteño, frente a los tribunales de Lavalle y Talcahuano. Sin embargo, la marcha no evitó el rechazo al planteo judicial que había formulado la central obrera contra las disposiciones del jefe de Estado.
La CGT había planteado un recurso de amparo para requerir “en forma urgente” la aplicación de la reforma laboral del DNU y un pedido de declaración de certeza de constitucionalidad del texto rubricado por el libertario. La presentación quedó radicada en el Juzgado Nacional del Trabajo N° 69, a cargo de José Ramonet. Antes del mediodía, el juez nacional del Trabajo, Ignacio Ramonet, desestimó una cautelar “interina” para los artículos vinculados a la reforma laboral, ya que aún no está en vigencia, indicaron fuentes judiciales.
Las consignas
La marcha contó con la participación de la CGT, de las dos CTA, de Unidad Piquetera, de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y de partidos de izquierda, entre otras entidades que se congregaron para repudiar las medidas del gobierno libertario. En el acto, celebrado en la Plaza Lavalle, los principales referentes del sector compartieron un escrito que enumeró los argumentos del rechazo.
“El Presidente de la Nación prometió hacer un ajuste que lo pagaría lo que él denomina ‘casta política’, y (prometió) que los trabajadores recibiríamos los beneficios de ese recorte. Pero su primer acto de gobierno es un Decreto de Necesidad y Urgencia que, entre otras muchas medidas arbitrarias, anticonstitucionales y lesivas de un vasto número de derechos civiles, comerciales y sociales, introduce una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, cercenar la actividad sindical y solo privilegiar intereses empresariales”, señalaron en el texto.
Además, en la conducción de la CGT cuestionaron la legitimidad de la vía escogida por el jefe de Estado para disponer las reformas, aún pendientes de debate en el ámbito del Congreso de la Nación. “No hay necesidad ni urgencia que demande subvertir el orden constitucional, arrogarse facultades legislativas, que no son de su competencia, y utilizar toda esa fuerza para arrasar con la legislación laboral. Cualquier plan de Gobierno que exija modificación, derogación o creación de leyes debe, imprescindiblemente, pasar por el debate parlamentario”, sostuvieron en la central obrera.
A su vez, justificaron su decisión de recurrir a los tribunales para requerir una cautelar que frenara la decisión de Milei. “El DNU está viciado de origen y, por lo tanto, es nulo de toda nulidad, tal como lo expresa nuestra Constitución y la pacífica jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, agregaron en la CGT.
En esa línea, reclamaron al Poder Judicial “que cumpla con la función de contralor del Ejecutivo” y “declare inconstitucionalidad” el decreto presidencial. “Una elección democrática de Presidente otorga legalidad y legitimidad para quien es electo para impulsar las iniciativas políticas que considere necesarias, pero siempre en el marco de la ley y el respeto a la división de poderes republicanos. Ser legal es respetar la Constitución Nacional. No se confunda, señor Presidente: no somos la casta, somos trabajadores”, enfatizaron.
Incidentes
Luego del acto de la CGT, distintas agrupaciones se desconcentraron pacíficamente. Sin embargo, la tensión se trasladó a la avenida Corrientes, donde se registraron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando un grupo de manifestantes intentó cortar el tránsito.
Los uniformados de la Policía de la Ciudad -con el posterior apoyo de la Gendarmería- detuvieron al menos a seis personas, en medio de corridas y de cruces con militantes. A metros de este lugar, un oficial de 35 años fue atropellado por un colectivo, y debió ser trasladado en ambulancia al Hospital Italiano.
Tras estos incidentes, los efectivos se apostaron en el lugar y lograron liberar el tránsito. De todos modos, algunos manifestantes se mantuvieron en la zona del Obelisco, por lo que el clima de tensión se extendió durante largos minutos.