Según la traducción del chino, "feng shui" significa "viento y agua". En un principio se dedicaba al estudio de los cambios que se producían en el clima, los astros y la naturaleza, y cómo luego afectaban a la energía vital de las personas.
Un pilar de esta práctica es la creencia en que según la distribución y decoración de distintos objetos en un espacio, como una casa o zona de trabajo, puede influir en la buena o mala suerte.
Cabe destacar que el feng shui nació en la época de la China imperial y en sus inicios lo practicaban las clases altas de la sociedad, que aplicaban la técnica a la hora de construir y diseñar los palacios, e incluso sus tumbas.
Con la conformación de la república, se prohibió el feng shui, pero a su vez se expandió en otras zonas de oriente y el resto del mundo.
En qué nos ayuda la práctica del Feng shui
Los beneficios de llevar a cabo esta técnica de distribución de los objetos son puramente positivos porque influyen en el flujo de energía personal, y hasta en cómo va a ser el rendimiento de esa persona en el día.
Hasta la actualidad, la disciplina de origen chino es considerada como una pseudociencia, dado que no tiene respaldo científica ni demostración empírica. Igualmente, para las personas creyentes en que el espacio que nos rodea puede intervenir en los flujos de energía, el feng shui es una práctica fundamental en la vida cotidiana.
Según la instrumentación de esta técnica, cada lugar que elegimos para nuestros objetos proyectamos experiencias vividas o recuerdos, es decir, le damos un significado personal.
El equilibrio a través de elementos naturales en la decoración
Incorporá elementos naturales en tu decoración, como plantas, piedras y madera. El feng shui trata de alcanzar el equilibrio con los cinco elementos: madera, fuego, metal, tierra y agua. La presencia de estos elementos evocan la energía de la naturaleza y ayudan a crear un ambiente más tranquilo y conectado con la tierra.
Una Iluminación adecuada para crear espacios armónicos
Presta atención a la iluminación de tu casa. La luz natural es la mejor opción, pero también podés utilizar luces suaves y cálidas para crear una atmósfera acogedora. Evitá la iluminación demasiado brillante o fría, ya que puede afectar negativamente el equilibrio energético.
Recuerda que estas son solo sugerencias y cada persona puede adaptarlas según sus preferencias y necesidades. Al decorar tu casa con los principios del feng shui en mente, estarás creando un espacio armónico que promueva el bienestar, el equilibrio y la positividad en tu vida.