27 Diciembre 2023
Enclavadas en la provincia de Jujuy, las Salinas Grandes emergen como una joya natural, una de las siete maravillas de Argentina que cautiva con su magia surrealista y es un destino imperdible para este verano.
A tan solo 100 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy, este impresionante mar de sal se extiende sobre 212 km² a una altitud asombrosa de 3.450 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una experiencia única e inolvidable perfecta para escapadas de un día.
La Experiencia en Salinas Grandes
Caminar sobre la gigantesca superficie cristalizada de las Salinas Grandes es sumergirse en un paisaje de ensueño. El blanco deslumbrante se despliega hasta donde alcanza la mirada, formando patrones hexagonales que se funden en el horizonte, todo bajo el cielo azul intenso y las cambiantes formas de las nubes. Este contraste notable entre la aparente aridez del entorno y la esencialidad de la sal, vital para la vida, crea una experiencia única.
El acceso a este espectáculo natural es sencillo a través de la RN 52, que atraviesa las Salinas Grandes y se dirige hacia el Paso de Jama, en el límite con Chile. La ruta ofrece un viaje majestuoso, ascendiendo por la Cuesta de Lipán hasta el Abra de Potrerillos y el paso de los Altos del Morado, a 4.170 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto, se despliega una vista panorámica impresionante del altiplano, con las Salinas Grandes brillando en el horizonte.
A lo largo del recorrido, es posible avistar manadas de vicuñas salvajes y grupos de llamas, añadiendo un toque de vida a este desierto blanco. La región también alberga 33 comunidades de pueblos originarios Kolla y Atakama, que han sabido adaptarse a este entorno, dedicándose a la ganadería, la agricultura y la extracción de sal de manera tradicional y cooperativa.
Salinas Grandes y sus fotos inolvidables
El mar de sal en una planicie de altura permite a los visitantes capturar imágenes memorables desde diversas perspectivas, creando recuerdos visuales que perdurarán en la memoria.
Origen de las salinas
El origen de estas salinas es volcánico. Hace aproximadamente diez millones de años, chocaron las placas tectónicas del continente con el Pacífico. Las montañas que surgieron formaron una cuenca endorreica. Al erupcionar los volcanes toda el agua mineralizada, aguas saladas y rocas derretidas bajan como ríos quedando atrapadas en esa cuenca. Paulatinamente, en el período cuaternario, se evaporan esas aguas y dan forma a las salinas.
Cómo se forma el salar
Los salares, ecosistemas frágiles debido a su escasez de recursos hídricos, se forman a través de complejos procesos geológicos. En verano, con temperaturas que alcanzan los 28 grados y sorprendentes amplitudes térmicas diurnas y nocturnas, las lluvias escasas entre 300 y 400 mm anuales crean espejismos sobre las salinas, añadiendo un toque mágico a este paisaje surrealista.
La cosecha de sal, que tiene lugar entre abril y noviembre, es llevada a cabo por los pobladores en piletones de cristalización. La sal se deja "madurar" durante un año antes de ser cosechada y se seca al sol durante un mes. Este método tradicional resulta en un producto de alta calidad, llevando a las Salinas Grandes a ser reconocidas como una de las 7 Maravillas Naturales Argentinas en 2019, según expertos y votos populares.
Cómo llegar a Salinas Grandes
La única forma de acceder a Salinas Grandes es a través de la Ruta Nacional 52, que cruza el salar y continúa hacia el Paso de Jama en Chile. La ruta 52 parte de Purmamarca, pasa por la Cuesta de Lipán, aún en la provincia de Jujuy, y conecta, justo antes de llegar a Salinas Grandes, con la carretera que lleva directamente a San Antonio de los Cobres, en la provincia de Salta.
Atracciones fascinantes en el Camino de Purmamarca a Salinas Grandes
Mirador de la Cuesta de Lipán: la pintoresca Cuesta de Lipán, un tramo zigzagueante y empinado de la RN 52, ofrece un mirador desde donde se aprecia la cuesta en su totalidad, brindando una vista sorprendente de este tramo del viaje.
Abra de Potrerillos: el punto más alto de la Cuesta de Lipán, el Abra de Potrerillos a 4,170 metros de altitud, es ideal para observar la impresionante vista y tomarse fotos con el Monolito que indica la altura alcanzada.
Parada en la Puna: descenso hacia Salinas Grandes, disfrutando del paisaje de la Puna jujeña y avistando llamas y vicuñas a lo largo del camino.
Este viaje, que dura aproximadamente 2 horas, aunque se aconseja tomar más tiempo para disfrutar de las paradas, culmina en el asombroso paisaje blanco de Salinas Grandes, donde la magia de la naturaleza se revela en su máximo esplendor.
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