Por Gonzalo Cabrera Terrazas
25 Diciembre 2023
ENFOCADO. Tomás Romero (a la izquierda) buscó dar el máximo en las prácticas y espera entrar en la consideración de Diego Flores con San Martín de Tucumán. Foto Casm.
Durante estas últimas semanas, San Martín de Tucumán no se detuvo ni un segundo con las prácticas en el complejo, que fueron destinadas a un sólo objetivo: elevar las cargas y prepararse de la mejor manera para la etapa más fuerte de la pretemporada. De esos trabajos intensos que diagramó Diego Flores junto a su cuerpo técnico, participó uno de los futbolistas surgidos en la “casa”: Tomás Romero. El lateral izquierdo regresó al club tras un segundo préstamo consecutivo y ansía consolidarse con los colores que ama.
“Contaba las horas para llegar y ponerme de nuevo la indumentaria de mi club. Estaba desesperado”, le cuenta Romero a LA GACETA con un nudo en la garganta pero consciente de la oportunidad que se le presenta. “Ahora lo que pretendo y anhelo es seguir en el club. En esta etapa de preparación me estoy ‘rompiendo’ el lomo para mostrarme con el nuevo técnico y tener la chance de quedarme. Es lo que más quiero”, agregó el futbolista de 24 años.
A pesar de que sumó minutos en el Torneo Regional Amateur con Sportivo Andino de La Rioja y en el Federal A, con el “santo formoseño”, Tomás no es ajeno a su pasión por los colores “rojiblancos”. Gran parte de ese amor por el conjunto de La Ciudadela fue por los valores que le inculcó su papá Miguel “Pitu” Romero, reconocido auxiliar del club. “Literalmente en mi casa se respira San Martín. Mi familia es fanática, enferma del club. Mi ‘viejo’ fue el que me hizo hincha y me llevó a los entrenamientos”, recordó.
Promovido en 2019 por la dupla técnica de Favio Orsi y Sergio Gómez para realizar su primera pretemporada con el plantel profesional, Romero sostiene que atrás quedó ese chico que daba sus primeros pasos en el fútbol. Actualmente sumó experiencia en sus pasos por La Rioja y Formosa, pero eso sí, alejarse de lo que conocía no fue nada sencillo ni mucho menos.
“Si te tengo que decir la verdad, al día siguiente que me fuí, ya me quería volver. Cuando estás en San Martín no valorás ni dimensionás todo lo que tenés. El cambio fue duro, pero era consciente de que tenía que sumar minutos y retroceder para tomar ese impulso. Me sirvió mucho”, advierte.
FELIZ. Romero posa junto a Iván Navarro en el complejo. Foto Casm.
El año pasado y al no ser tenido en cuenta para el proyecto que comandaba en ese entonces Pablo De Muner, Romero decidió probar suerte en tierras riojanas, su primera experiencia lejos de casa. “Me fue bastante bien tanto individual como grupalmente. En ese momento llegamos hasta la semifinal del torneo y perdimos con Atenas de Río Cuarto, equipo que terminó ascendiendo”, explicó “Pitu”, apodado así en referencia a la historieta belga de Los Pitufos y sobre todo, por su corta estatura.
Luego de ese paso por el Regional, regresó a San Martín y se entrenó junto al grupo por dos semanas, ya que nuevamente le tocaría salir en búsqueda de más minutos. El club que apareció en su camino fue el San Martín formoseño. “Llegué y a los cinco días debuté en Copa Argentina contra Racing. En el campeonato me tocó arrancar desde atrás, pero con el tiempo terminé jugando 24 partidos de 32 posibles. Desde mi punto de vista, fue una linda experiencia”, analizó el lateral.
BUENA EXPERIENCIA. Romero disputó varios partidos en Formosa y hasta se enfrentó a Racing. Foto gentileza de Tomás Romero.
Tan regular fue su rendimiento, que algunos clubes de la tercera categoría preguntaron condiciones por él. “De Formosa me están esperando, también se comunicaron de otro club con mi representante, así que creo haber hecho las cosas bien. Pero, le dije a mi representante que espere, que no quería hablar con ningún club todavía porque voy a esperar. Quiero ver si me van a tener en cuenta”, dice el futbolista que espera un futuro en el club de sus amores.
A la espera del retorno pos Fiestas, para mudar las prácticas a Salta, Flores tendrá la difícil tarea de evaluar a cada jugador en su puesto. Romero es el reemplazante natural de Nahuel Banegas, pero también desea mostrarse en otras posiciones. “Soy consciente de que Nahuel tuvo un año terrible. Que no tenga un reemplazante natural aumentan las ganas de quedarme. Sin embargo, puedo jugar en otros puestos como el de volante o extremo por la banda izquierda”, anticipó.
REGIONAL AMATEUR. El lateral Romero tuvo un paso por el fútbol riojano, con la camiseta de Sportivo Andino. Foto gentileza de Tomás Romero.
Con una sonrisa enorme y dejando todo en cada entrenamiento, asegura que jamás vivió unos ensayos tan intensos y considera que en caso de seguir en el “santo”, se amoldara rápido a la idea de Flores y compañía.
“Creo que crecí mucho como jugador y como persona. Estos entrenamientos son lo más intensos que tuve desde que juego al fútbol. Me gusta la idea de juego que tiene el DT porque es muy ofensiva. Creo que podría andar bien porque los caracteriza la entrega”, completa “Pitu”, que retornó con ganas de brindarse al máximo y poder jugar en el club que lleva en su corazón.
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