“Olé olé olé olé… Enzoooo, Enzoooo”. Explota el Madre de Ciudades. Son las 20.05 y el plantel “millonario" sale a hacer el calentamiento previo encabezados por el capitán Enzo Pérez. El mendocino se lleva la mano izquierda al corazón y con la otra saluda a los hinchas. Algunos de sus compañeros aplauden, miles de celulares capturan el momento.
Probablemente el 19 de mayo de 2021, Enzo se terminó de calzar el traje de ídolo. Aquella noche de Copa Libertadores, el mediocampista se había puesto los guantes y se había parado bajo los tres palos. Fue histórico.
River venció a Independiente Santa Fe en un duelo en el que el covid-19 había sido protagonista y había dejado a River casi sin jugadores. Esa vez la tarea en el arco del ex volante de la selección había sido casi heroica por lo que pasó a la historia.
Por eso y mucho más, cientos de hinchas fueron al estadio santiagueño a despedirlo como corresponde, ya que en las últimas horas el propio jugador anunció que no renovará su vínculo con el “millonario” (se vence a fin de mes).
“Un gran capitán. Hizo lo que cualquier persona quisiera hacer en River; somos grandes y el quedó en la historia del club”, señaló Héctor Parra, que viajó desde Tucumán hacia la provincia vecina para alentar al “millo”.
La posibilidad de ver a River en el interior del país no se da todos los días. Por eso hubo mucha presencia norteña en el Madre de Ciudades y por supuesto predominaron los tucumanos y los santiagueños, claro. “Gracias por todo Enzo. Se te va a extrañar, pero ya era hora de darle pase a los más jóvenes porque hay muchos talentos. Te deseamos lo mejor para lo que decidas”, remarcó en diálogo con LA GACETA Lucas Brito de La Banda, que alentó a River desde la platea.
Son las 20.44 y la voz del estadio anuncia el equipo titular de River; y por supuesto la mayor ovación se la lleva Enzo. Quizás el más querido del plantel junto a Gonzalo Martínez.
La Copa Libertadores de 2018, en la que el “millonario” venció a Boca en Madrid, marcó a fuego una generación, y cada vez son menos los caudillos que lograron esa hazaña y todavía continúan en el plantel.
Pérez, además ganó dos Copa Argentina, una Recopa Sudamericana, dos Supercopa Argentina, dos ligas y dos Trofeos de Campeones. En total fueron 240 partidos en los que convirtió seis goles y brindó 10 asistencias.
“Un abrazo grande, se lo va a extrañar. Es el mejor por lejos desde hace casi cinco años. El mejor recuerdo es cuando atajó. Esa noche se hizo gigante”, dijo Estaban Pedraza, que viajó desde Catamarca con la ilusión de “volver” con el trofeo a sus pagos.
Pérez había llegado a River en agosto de 2017 a cambio de 3 millones de euros desde Valencia de España, donde era capitán. Tenía 31 años por ese entonces y se posicionó para ser el compañero de Leonardo Ponzio, jugando como doble cinco. De a poco, se fue ganando el cariño y la aprobación total de los hinchas.
Más allá de las muestras de cariño que rebalsaron el estadio ubicado al lado del Puente Carretero, el plantel del “millonario” fue el primero en terminar el calentamiento previo y se fue al vestuario para la arenga final.
Enzo salió persignándose varias veces, casi sin pensar en el entorno. Lejos de ser un partido homenaje, el capitán se mostró listo para ir por su décimo título personal. “Le agradezco por todo lo que hizo, siempre estará en nuestros corazones. Le deseo muchos éxitos para lo que viene. Lo mejor que hizo en River fue ganar la ‘copa eterna’, eso no se olvida nunca más”, remarcó José Soria, ya desde la platea del Madre de Ciudades, emocionado por acompañar a su River en una final, pero también visiblemente sentido por la salida del volante, que deberá decidir entre Deportivo Maipú (equipo del cual es hincha), Estudiantes de La Plata, o Inter de Miami para seguir su carrera en 2024.
“Enzo es de River, de River no se va…”, corearon los hinchas antes del inicio del partido. Está claro, en Santiago hubo una final, pero también una despedida. Fue una noche de emociones divididas en la que Pérez fue el centro de la escena y el blanco de todo el amor que le brindaron sus hinchas.