La presencia de humedad y moho en nuestros hogares puede convertirse en un problema persistente, afectando tanto la calidad del aire como nuestra salud. Los pececillos de plata, esos pequeños insectos inofensivos, a menudo se convierten en visitantes no deseados en ambientes húmedos, especialmente en baños.
Para contrarrestar este inconveniente, y promover un hogar saludable, existen plantas que no solo añaden un toque de frescura y belleza, sino que también ayudan a limitar los daños causados por el moho.
En el mundo, existen alrededor de 100,000 especies de moho, manifestándose en diversas formas y colores, como rojo, negro, azul, verde o gris. La formación de moho en nuestros hogares generalmente se atribuye a una falta de ventilación y serios problemas de aislamiento de la humedad.
Tres plantas para combatir el moho en el hogar
Espárragos: perfectos para el baño, los espárragos son plantas perennes con una forma única y frondosa. Su desarrollo óptimo se da entre los 25° y 7°, prefiriendo la luz filtrada y no directa. Colocarlos detrás de una ventana puede ser una elección acertada.
Begonia: con su vivacidad y color, la begonia es una planta perenne adecuada para cualquier estancia en la casa. Sin embargo, es sensible al frío y las heladas, requiriendo temperaturas constantes. Ideal para la cocina, agrega un toque vibrante al ambiente.
Aspidistra: esta planta no solo absorbe la humedad, sino que también es resistente y sobrevive incluso en condiciones de olvido. Perfecta para aquellos que no tienen mucho tiempo para cuidar plantas. Tolera la humedad y la luz reflejada.
Qué riesgos para la salud tiene el moho
La inhalación o ingestión de esporas de moho puede tener efectos perjudiciales, especialmente para personas vulnerables como bebés, ancianos y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.
Los efectos incluyen fatiga crónica, fiebre, dolores de cabeza, ojos irritados, mucosas de boca, nariz y garganta irritadas, estornudos, tos crónica y erupciones cutáneas.