“Nunca me imaginé que había atropellado a un doctor, a un profesional. Estoy destrozado por dentro. No hubiese querido ni siquiera que fuera un animal lo que se me cruzara, mucho menos quise chocar a alguien tan importante, ni a ninguna otra persona, obviamente”, señaló Emanuel Nicolás Núñez (28 años), el imputado por haber atropellado y matado al ginecólogo Ángel Salas (56 años) el sábado a la noche en la avenida Perón. Esa fue la frase más resonante de su declaración, en la que además le pidió disculpas a la familia de la víctima, pero también explicó que su auto sufrió una falla ese día y contradijo a un testigo que declaró en su contra.
El 16 de diciembre Salas estacionó su camioneta en avenida Perón y Aragón, en Yerba Buena. Según la investigación, cuando bajaba del vehículo fue embestido por el Chevrolet Corsa que conducía Núñez. El conductor se dio a la fuga hasta el domingo a las 12, cuando se entregó en una comisaría. El médico, que iba camino a encontrarse con unos amigos en un bar de esa zona, falleció en el acto por el impacto. El lunes Lucas Roldán se presentó como testigo y declaró que el sábado a la tarde habían estado bebiendo y que volvió acompañando al acusado en el auto cuando el conductor chocó al profesional de la salud. Roldán sostuvo que Núñez estaba conduciendo rápido y que minutos antes estuvo cerca de embestir a dos motocicletas en la esquina de Perón y Bascary.
El descargo
“Soy albañil y el sábado fui a trabajar en una obra que estamos haciendo en Saavedra Lamas al 1.000. Al mediodía comimos un asado y luego continuamos trabajando a la tarde. Recién ahí apareció Roldán, que estaba alcoholizado todavía porque había trasnochado en un casamiento”, señaló el acusado cuando declaró ante la jueza Fanny Siriani, quien luego le dictaría la prisión preventiva por 59 días.
Núñez sostuvo que Roldán llegó a la obra en una motocicleta para cobrar la semana. En ese momento compartieron un encuentro con otros 11 albañiles.
“Roldán andaba muy molesto, decidimos acompañarlo para que no se fuera en moto. Lo subimos en mi auto y lo llevé a la casa; yo solo había tomado gaseosa”, aseguró. Y luego agregó: “iba rápido porque se venía la tormenta, puede ser que haya ido a 70 kilómetros por hora. Mi auto es viejo, tiene algunas fallas y una es que si dejo de acelerar se apaga, no tengo plata para arreglarlo”.
Por último se refirió al momento del choque: “solo vi que me salió una persona de repente de adelante de un auto; no sabía si me querían robar; por eso no frené. El auto falló camino a mi casa y por eso lo dejé y llegué a mi casa a pie”.
El auxiliar Fernando Isa, de la Fiscalía de Atentados contra las Personas, desacreditó varias partes de la declaración del acusado y remarcó que al haberse fugado por tantas horas entorpeció la posibilidad de que le realizaran una prueba de alcoholemia y otras pericias. Esa fue una de las razones por las cuales la magistrada a cargo entendió prudente ordenar la prisión preventiva de Núñez.