SANÁ, Yemen.- Los chiíes hutíes que controlan parte de Yemen están determinados a seguir atacando barcos con vínculos con Israel que transitan frente a las costas de ese país del sur del Golfo Pérsico. El grupo, respaldado por Irán, intensificó sus ataques contra barcos en el Mar Rojo, en venganza contra Israel por su campaña militar en Gaza.
Los ataques han obligado a algunas de las compañías navieras y petroleras más grandes del mundo a suspender el tránsito a través de una de las rutas comerciales marítimas más importantes del mundo -por allí pasa entre 10 % y 15 % del comercio mundial- lo que podría causar un shock a la economía global.
Se cree que los hutíes han sido armados y entrenados por Irán, y se teme que sus ataques puedan llevar la guerra de Israel contra Hamas a un conflicto regional más amplio.
El movimiento hutí, también conocido como Ansarallah (Partidarios de Dios), es un bando de la guerra civil yemení que se ha prolongado durante casi una década. Surgió en la década de 1990, cuando su líder, Hussein al-Houthi, lanzó la “Juventud Creyente”, un movimiento de resurgimiento religioso de una subsecta centenaria del Islam chiita llamada zaidismo.
Una cruenta guerra civil se desató por el control del país petrolero, que además es la puerta para el comercio mundial a través del estrecho en la entrada del Mar Rojo.
Las Naciones Unidas han dicho que la guerra en Yemen se ha convertido en la peor crisis humanitaria del mundo. Según estadísticas de la ONU, casi un cuarto de millón de personas han muerto durante el conflicto.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, pidió desde Manama, capital de Bahrein, unidad global para detener los ataques de los chiíes hutíes, que “ya afectan la economía mundial”. De no suceder esa unión, dijo, los insurgentes “seguirán amenazando el transporte marítimo comercial”.
“La coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que el Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza”, fue la respuesta del portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Se trata de la primera reacción del movimiento respaldado por Irán que controla una parte del Yemen -incluida la capital Saná y otras ciudades como Al Hudeida, que tiene el puerto más importante del país- tras el anuncio del lunes de Estados Unidos de la creación de una coalición militar de 10 países, entre ellos Estados Unidos, el Reino Unido y España, para garantizar “la seguridad y la libertad de navegación” en el mar Rojo.
En una reunión ministerial virtual con ministros, jefes de Defensa y altos representantes de 43 países, así como de la Unión Europea y la alianza militar del Atlántico (OTAN), Austin instó a los participantes de la conferencia “a unirse a las iniciativas lideradas por Estados Unidos y otras iniciativas internacionales”. También llamó a trabajar con el Mando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos y las Fuerzas Marítimas Combinadas compuestas por 39 miembros, para restablecer la seguridad en el mar Rojo y disuadir futuras agresiones de los hutíes.
La coalición actuará bajo el nombre de ‘Operación Guardián de la Prosperidad’ y bajo el paraguas de la fuerza naval internacional Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF, en inglés).