Informe especial: Dolor, angustia y esperanzas en la guardia del Hospital Padilla
La guardia de un hospital está llena de emociones encontradas, que se suceden vertiginosamente según la evolución de los pacientes, tanto en el corazón de los familiares como de los médicos. LG Play hizo una cobertura especial de la unidad denominada shock room del Hospital Padilla, que es el primer lugar donde llegan quienes han sufrido algún accidente, no solamente de tránsito. La producción audiovisual se pudo ver anoche en Panorama Tucumano. Y aquí contamos la primera parte de esa cobertura, que muestra, precisamente, lo que ocurre en el shock room.
Mientras se ve la llegada de una ambulancia, las alertas que gritan paramédicos o enfermeros y la rápida y precisa intervención médica, se escucha la voz del neurocirujano Cristian Villagra Vertin.
“En todo profesional de la salud es fundamental la empatía, ponerse en el lugar del otro, sobre todo cuando sucede algo tan trágico como cuando se nos muere un paciente. Porque nosotros estamos preparados para salvar la vida”, destaca.
Aclara, no obstante, que en el shock room (donde se atienden las urgencias o emergencias), los profesionales de la salud van preparando a los familiares del paciente para lo peor. “Es importante la comunicación con la familia, desde el momento en que ingresa el paciente, mientras cursa su internación hasta el desenlace, ya sea el alta o que haya fallecido”, explica.
Agrega que antes de entrar al quirófano hay que hablar con la gente de instrumentación y presentarlas al paciente. Ese es uno de los equipos que trabaja en las intervenciones quirúrgicas junto con los anestesistas y los cirujanos.
Intensidad en la guardia del Hospital Padilla
“A neurocirugía llega, por lo general, un paciente politraumatizado, que tiene un traumatismo encefalocraneano. Lo recibe el emergentólogo, los enfermeros, y se compensa al paciente. Luego se le hace una tomografía y después nos piden una interconsulta. Nosotros valoramos la imagen y al paciente y si corresponde, intervenimos”, añade el doctor Vertin.
“Nuestro trabajo es intenso, algunos días más que otros. A veces la guardia está colapsada, con muchos pacientes que ingresan y muchos para operar. Ha habido ocasiones en que hemos operado seis personas por día, y eso es mucho, sobre todo teniendo en cuenta que cada operación dura unas tres horas en promedio”, subraya.
El enfermero Marcos Fernández corrobora esa intensidad de trabajo de la que habla el médico. “Antes se decía que el día sábado era de terror, porque se llenaba la guardia. Ahora arranca los jueves el aumento de pacientes. Desde el jueves y hasta el domingo, a veces hasta el lunes, se trabaja mucho. Hablamos prácticamente de toda la semana”, indica.
La enfermera María Ester Rodríguez explica que en el Padilla se hacen guardias de 12 horas: de 7 a 19 y de 19 a 7. Claro que ella no se queja de su trabajo, al contrario.
“Muchas de las personas que llegan a la guardia ingresan, en muchos casos, con apenas un hilo de vida. Son los famosos ‘T graves’. A veces hacen un paro cardíaco y nosotros tenemos que reanimarlos. Y cuando salen de ese cuadro grave y el paciente tiene otra vez signos vitales, uno se siente muy importante, porque de uno y de los médicos dependió esa vida. Acá en la guardia se trabaja en conjunto”, relata Rodríguez.
Estadísticas del Hospital Padilla
Otro que se siente orgullo del trabajo que se lleva a cabo en el Hospital Padilla es el jefe de la guardia, doctor Mario Sardón. “La ventaja de este hospital es que tenemos todas las especialidades críticas: hay guardia de médicos clínicos, que son la base, neurocirujanos, cirujanos, traumatólogos y profesionales de otras especialidades que trabajan como guardia pasiva. Ellos acuden al hospital en el caso de que los llamemos por una emergencia puntual”, detalla.
El doctor Sardón señala que entre el 15% y el 18% de los pacientes que se atienden cada día en el shock room del Padilla son los que pertenecen al código rojo, que son los más graves. Cuenta que entre dos horas y dos horas y media se hace un diagnóstico y que la tasa de mortalidad en el shock room, en los últimos meses, es de solo el 6,5%, lo que se considera baja.
Agresiones a los médicos del Hospital Padilla
Otro aspecto triste que se vive en la guardia son las reacciones agresivas de familiares de pacientes hacia los médicos y enfermeros. “Muchos nos hacen responsables a nosotros del accidente que sufrió su familiar -dice Sardón- cuando en realidad somos los que tratamos de salvarle la vida. Eso debe cambiar en la sociedad”.