Cuenta la leyenda que en las profundidades del lago Ness, en Escocia, habita una serpiente marina gigante difícil de ver, pero avistada por cientos de marinos desde el siglo XVIII. En Argentina, muchos aseguran que sucede algo similar con el “Nahuelito”, en el lago Nahuel Huapi. Pero no es el único, ya que en la Patagonia, un destino turístico atrae curiosos de todo el mundo por la creencia de que existe un monstruo similar en sus profundidades.
En el límite de Argentina con Chile, a 1090 metros sobre el nivel del mar y a 327 kilómetros de la capital de Neuquén, se encuentra un lago espejado de aguas glaciares que guarda un misterio. Rodeado por el bosque andino-patagónico, el lago Moquehue es punto de encuentro para los amantes de los deportes acuáticos y de los mitos antiguos.
Buceo y búsqueda del monstruo del lago Moquehue
Por sugerencia de los instructores de Patagonia Diving, Villa Pehuenia-Moquehue fue incluida entre la ruta de los mejores destinos para bucear. La lista incluye destinos de todo el mundo y, figurar en ella asegura la llegada de cientos de buzos que se acercan a conocer las maravillas andinas subacuáticas.
El monstruo mitológico que atrae a los interesados es un ser alado de un metro ochenta de altura. Una gárgola blanca posa sobre el lecho lacustre, a cinco metros de la superficie, mirando hacia arriba, como manifestando su deseo de flotar.
Los dientes y uñas de la gárgola con forma de leona gigante fueron adornados con piedras de Limay, lo que le confiere un toque místico. La leona embellece el fondo del lago y, cuando el sol se posiciona en el oeste para esconderse, sus rayos pegan de lleno contra la escultura.
El monstruo puede ser visto con claridad desde la superficie en un paseo en canoa, pero lo más aventurados eligen bajar para contemplarla cara a cara.
Cómo llegó el monstruo al lago Moquehue
Pero no es un misterio cómo llegó allí, sino que fue un plan ideado por los lugareños. Un grupo de amigos de Neuquén pensó en darle un toque al lago y fue Sebastián Peri quien se animó a concretar la idea. Así encargaron la escultura para ubicarla justo en el lugar que se encuentra y darle un valor agregado a las actividades acuáticas del Moquehue.
Peri anticipó que la gárgola no estará sola. Planea convertir el fondo lacustre en una suerte de parque temático que ofrezca un paseo diferente a cualquier otra experiencia.