Un hombre falleció ayer a la madrugada mientras era reducido por vecinos de Villa Alem. Aunque la Fiscalía investiga cuál fue la secuencia previa y la causa que de muerte, los vecinos de zona tienen diferentes teorías de lo ocurrido.
El hecho ocurrió entre las 5.30 y las 6 en la calle Lavaisse al 500. La víctima se llamaba Roberto Saúl Costilla, tenía 38 años y vivía en el barrio junto a su esposa, Carla Peñok, y sus cinco hijos. Carla declaró ante los oficiales de la comisaría seccional 9º que ambos se habían separado hace aproximadamente dos semanas debido a que el hombre consumía bebidas alcohólicas y estupefacientes y no tenía un trabajo fijo, motivo por el cual Roberto se mudó a la casa de su madre.
El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Homicidios I, coordinada por Ignacio López Bustos. Según informaron en la Unidad Fiscal, de acuerdo a las primeras averiguaciones, Costilla habría sido reducido por vecinos tras haber intentado ingresar a un domicilio para resguardarse porque lo venían persiguiendo. “El dueño del inmueble le impidió esta acción, circunstancias en que un grupo de vecinos intentó reducirlo en la vereda, y falleció en el acto”, explicó López Bustos.
Distintas versiones
El caso llamó la atención a los vecinos de Villa Alem que rápidamente comenzaron a comentar lo sucedido. Según le manifestaron a LA GACETA, circulan varias versiones sobre la persecución y sobre la causa de muerte. Una de ellas sostiene que el hombre intentó ingresar a la vivienda de un vecino de la calle 9 de Julio, a pocos metros de la intersección con la Lavaisse, y al ser descubierto huyó por los techos hacia esta última calle.
“Dicen que lo seguían dos autos y como ya se imaginaba que lo iban a matar se puso a saltar por las tapias. A la vuelta hay un alambrado que está roto porque lo tiró cuando bajó. Ahí lo agarraron. Venía corriendo desde atrás, dobló en una esquina y salió por el pasaje que está detrás de la 9 de Julio, anduvo por los techos y después terminó tirado en la Lavaisse”, dijo Cristian, quien vive por la zona.
“Lo otro que decían es que quiso entrar a robar a la casa de un vecino que vive sobre la 9 de Julio y que supuestamente el hombre llamó a la Policía y como no venía lo empezó a correr. También dijeron que él venía diciendo que lo seguía un auto, por eso estaba huyendo y justo cayó duro en la calle, se desmayó; pero otros contaron que tenía la cara lastimada, desfigurada porque lo golpearon, pero nadie lo vio, sólo su mujer”, agregaron Florencia y Tamara, quienes trabajan en la esquina de la 9 de Julio y Lavaisse.
Los entrevistados por LA GACETA no creen que hayan sido los vecinos de Villa Alem quienes lo persiguieron. “Ya lo venían siguiendo de antes; de acá no fue ninguno; si todos lo conocemos porque vive acá cerca; aparte, que nosotros sepamos, no era de hacer este tipo de cosas. Hay una cámara de seguridad que está justo en la esquina, en la panadería; esa seguramente captó todo”, dijo Cristian.
Los peritos del ECIF, junto con el personal de la Fiscalía y de la Policía, llegaron alrededor de las 8 y estuvieron trabajando en la escena del crimen hasta las 15, aproximadamente. “Dispusimos un relevamiento de las cámaras de la zona y continuamos recabando testimonios que nos ayuden a esclarecer el hecho”, dijo el fiscal. Además, aclaró que esperarán el resultado de la autopsia para determinar las causas de muerte e indicó que el cuerpo de Costilla no presentaba signos de violencia.
Fátima Peñok, cuñada de Roberto, se mostró molesta por la situación y dijo que “todo el mundo dijo cosas que no son. Acá no hay delincuentes, somos todos laburantes; él no era ningún delincuente, es una víctima. Estamos muy mal por la situación y por todo lo que se dijo; no queremos que los chicos piensen mal de su padre”.
Producción Periodística: Micaela Pinna Otero.