Mar del Plata, uno de los destinos turísticos más queridos de Argentina, se encuentra en riesgo de convertirse en un lugar exclusivo para aquellos con bolsillos más abultados.
Según un estudio del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), unas vacaciones estándar para una familia promedio, compuesta por dos adultos y dos niños menores, durante la primera quincena de enero de 2024, costaría al menos $1.340.000, o su equivalente en dólares a un tipo de cambio paralelo de principios de diciembre de 2023, u$s 1381.
¿Cuánto cuesta vacacionar una semana en Mar del Plata?
Transporte: el traslado en micro desde la San Miguel de Tucumán hasta Mar del Plata en estilo semicama, con ida y vuelta para cuatro personas, implica un desembolso de $692.000. Aunque se menciona la opción del transporte en auto, se subraya que esta alternativa requiere de una capacidad económica que no todos los hogares disponen.
Alojamiento: el costo del alquiler de un departamento de 3 ambientes en el centro de Mar del Plata asciende a un promedio de $500.000 por semana durante la primera quincena de enero de 2024.
Alimentación: la investigación toma como referencia una Canasta Básica Alimentaria (CBA) dividida en cuatro partes para asignar el costo semanal, alcanzando un total de $45.300.
Salidas a restaurantes: considerando dos salidas a comer en restaurantes de renombre, se estima un gasto adicional de $60.000.
Consumos en la playa y transporte local: incluye gastos menores como consumos en la playa y transporte interno en colectivos, sumando un total de $46.280.
Vacaciones en tiempos de crisis
Históricamente, las vacaciones fueron un pilar fundamental para las familias argentinas, pero el aumento constante de los costos amenaza con cambiar esta realidad. El Instituto de Economía de la UADE señala una tendencia hacia vacaciones más cortas, motivada por la pérdida de poder adquisitivo, con las familias optando por escapadas de una semana en verano o en fines de semana largos.
El estudio advierte que estos cálculos solo contemplan gastos básicos, y las vacaciones podrían volverse aún más inaccesibles si se desean servicios adicionales como carpas en los balnearios, actividades para los niños o más salidas a restaurantes.