Entidades ruralistas saludaron el protocolo antipiquetes de Bullrich

La producción es uno de los sectores de la sociedad que con mayor cantidad de piquetes se topa. Debido a esto, históricamente las entidades ruralistas se manifestaron en contra de los cortes de tránsito. De allí que no resulte extraño que sus directivos hayan avalado rápidamente el “Protocolo de Orden Público” anunciado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, con el fin de evitar los piquetes.

“La ley está para cumplirse. Entrar, permanecer, transitar y salir del país libremente está amparado por la Constitución. Cortar una ruta, una calle por donde uno transita, donde hay una emergencia médica, donde hay un transporte de mercadería o donde hay turismo es un delito. Y debe ser sancionado como marca la ley”, afirmó el titular de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga.

“El protocolo está muy bien; me parece correcto no solo que se facture el arreglo a quien rompe algo, sino también que se advierta a los padres que serán responsables por poner niños adelante. Me parece muy completo, muy sensato; pone orden a las cosas”, agregó.

Murga rechazó el argumento de que el protocolo antipiquetes restringe el derecho a la protesta, amparado en la Constitución: “Nada tiene que ver; el que quiere protestar puede hacerlo, pero bajo lo que indica la ley”.

El vicepresidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), Roberto Palomo, coincidió. “Es muy simple: hay que respetar la ley”, afirmó. El dirigente admitió que incluso el sector adoptó, en algunos momentos, el corte de ruta como metodología de reclamo. “No hay por qué negarlo; pero esto no quiere decir que estemos de acuerdo con el corte de ruta. Lamentablemente, a veces es el único método efectivo de reclamo que tiene el ciudadano. Pero uno tiene todo el derecho de reclamar -y es un derecho reconocido por la Constitución- mientras no le jorobe la vida a otro”, subrayó Palomo.

Añadió que a raíz de la vivencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio, durante la pandemia de covid-19, se tomó mayor consciencia del derecho a la libre circulación y al trabajo. “A partir de ahí todos aprendimos a valorar ese derecho tan sagrado. Entonces, cuando queremos llegar a nuestro trabajo, a nuestro hogar o a un turno médico, y un grupo de personas corta la ruta, es una situación realmente injusta”, subrayó.

Consideró que más allá de la legitimidad del reclamo, no se debe impedir la circulación del otro. “Habrá que buscar otra modalidad de protesta, pero no se puede seguir tolerando esto en el país. Y mientras la ley sea justa para todos nadie tiene por qué enojarse. Es cuestión de que nos adaptemos”, estimó.

En ese sentido, puso de ejemplo la Ley provincial N° 7.575. “Hoy resulta impensado que alguien prenda un cigarrillo dentro de un lugar donde hay gente comiendo o tomando café; y antes era lo más natural del mundo. Bueno, es cuestión de hacer un clic y darnos cuenta de que esa metodología de protesta joroba a tu conciudadano. Y ojalá que pase como con la ley antitabaco, que dentro de un tiempo nos parezca totalmente normal que se pueda circular libremente y que alguien que ejerce su derecho de protesta no llegue al punto de tener que cortar una ruta. Es importantísimo desde el cambio cultural que tenemos que dar”, afirmó.