Intenciones y señales pequeñas de un rumbo que se avizora. El politólogo tucumano Gabriel Garat interpretó así las primeras instancias y medidas concretas anunciadas oficialmente por el Gobierno de Javier Milei (LLA). Advirtió que estas pistas no llegan a consolidar aún el camino y que, por lo tanto, es apresurado analizar el nivel de éxito que tendrán estas decisiones. “Lo que podemos ver es un intento de un cambio radical en la política, pero que hasta ahora no se llega a consolidar. Escuché mucho las palabras ‘plan económico’. Me parece que el anuncio fue más un paquete de medidas que un plan económico. Un plan requeriría de otro tipo de precisión y de profundidad que, entiendo, que se tendría que dar (próximamente)”, afirmó en diálogo con LG Play.
Consideró que Milei plantea un nuevo panorama de vínculos políticos, en relación a los actores del escenario nacional. “El domingo, él estuvo de espaldas al Congreso y de frente a la gente. Con un discurso mucho más corto adentro del que terminó dando afuera, en la calle”, describió.
Garat aseguró que será interesante descubrir cómo la nueva gestión encuentra las herramientas políticas para construir las medidas que necesita. “Este es un Gobierno que tiene que consensuar, que tiene que salir a acordar. No tiene ningún gobernador ni intendente. Guillermo Francos, el ministro del Interior, va a ser una figura clave. Tendrá que salir a negociar y a tratar de buscar que las provincias garanticen, mediante sus diputados, los votos que necesita para las reformas. Este gobierno todavía no tiene la gimnasia parlamentaria que sí tienen el resto de las fuerzas políticas con más experiencia. No termina de encontrarle la vuelta por dónde ir a buscar esos votos y esa legitimidad”, consignó. Explicó que la cantidad de votos no implica un cheque en blanco ni contar con la legitimidad total. “Hay que diferenciar la legitimidad que te da el voto de la legitimidad de la gestión. Entonces, hay una tensión ahí sin duda que van a tener que resolver”, dijo.
Garat opinó que si Unión por la Patria (UxP) hubiese ganado el balotaje era altamente probable que las medidas económicas hubiesen sido en la misma dirección, aunque expresadas quizás de otra manera.
“Para que tengamos dimensión de la complicación de la herencia. En la campaña hablábamos de que Sergio Massa se gastó entre un punto y un punto y medio del PBI en medidas electoralistas. Los recortes en los ministerios y secretarías no llegan a representar 0,002% del presupuesto. Creo que la gente hubiera esperado algo más concreto con respecto a los gastos de la política, que sea más significativo. Quizás reducción de cargos en el Congreso y en lugares donde suele haber más gastos políticos. Porque, al final, la campaña sostuvo una lógica, de que el ajuste no lo paga la gente, pero está quedando la sensación de que sí”, afirmó.