“El que corta, no cobra”. La contundente frase del presidente Javier Milei resonó en los sectores sociales que utilizan las manifestaciones como método para exigir respuestas del Gobierno en las calles. En Tucumán existe la promesa de “mantener la paz social” durante diciembre, aunque algunos referentes prevén una “lucha en unidad” si la situación se complica.
“No habrá efecto alguno en nuestro sector por las amenazas”, respondió Santiago Camuña, referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) sobre la declaración del mandatario nacional. Aclaró que no hay “ninguna expectativa positiva” sobre este nuevo gobierno y que apelarán a defender su derecho a huelga.
Todavía no está prevista ninguna movilización, porque esperan el anuncio de las nuevas medidas para el sector. Sin embargo, Camuña cree que “no será nada bueno”. “Es un gobierno que, lejos de su discurso de cargar el ajuste sobre quienes más tienen, impondrá medidas que van a impactar directamente sobre el bolsillo de trabajadores y de sectores populares”, planteó.
El escenario que el referente social imagina es “desastroso”. Advirtió que “la paciencia puede durar algún tiempo” pero que, en algún punto, se hará imposible “sobrevivir, poder pagar la luz y el gas, ir al super, mantener merenderos”. “Seguramente habrá protestas de distintos sectores”, consideró Camuña.
Además, agregó: “No es una novedad que quieran amenazarnos y criminalizarnos, sucede desde el macrismo. Se pretende extorsionar y mantener a la gente en la casa”.
Y usó la frase “nos quieren sacar de la calle, pero no de la pobreza” para defender su postura de resistencia a los dichos del Gobierno nacional.
“Si hacen todo lo que dicen, vamos a salir de manera colectiva para intentar sostener los espacios de trabajo”, alertó. Lo mismo planteó Alejandra Arreguez, del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FIT-U), quien dijo: “Estamos discutiendo la necesidad de buscar instancias de coordinación para que trabajadores, desocupados y jóvenes organicemos una resistencia a este plan de guerra de Milei”.
Aseguró que la postura de Milei es “un mensaje de amedrentamiento que anticipa una política represiva”. “Son conscientes de que el ajuste que van a llevar adelante no va a pasar sin resistencia. No vamos a permitir que avancen sobre derechos que hemos conquistado”, resaltó Arreguez.
Y añadió: “No nos quedaremos callados. Venimos exigiendo a todas las centrales (sindicales) que no esperen que ‘baje el hachazo’, sino que haya una decisión de pelear en unidad”.
En tanto, Raquel Grassino habló de un “desafío” que tendrán que atravesar las organizaciones sociales. “Vamos a tener que fortalecer los plenarios y discutir en asamblea coordinaciones para ir en conjunto. Si sale uno solo, lo ‘palean’, por eso tenemos que salir todos”, manifestó.
La docente expresó que seguramente se sumarán a la lucha otros sectores, y fundamentó: “Vamos a una mega devaluación, a un proceso inflacionario que va a superar el que soportamos actualmente; tarifazos, aumentos, quite de retenciones. Enormes sectores van a ingresar a la pobreza”.
Sobre la posición de Milei de frenar las medidas “represivas”, Grassino opinó: “Más represivo es que una persona no tenga para comer. Este presidente defiende una política de barbarie contra la clase trabajadora y la sociedad en general”.
Asimismo, insistió en la necesidad de “organizarse de manera autoconvocada, para defender más que nunca los derechos, el salario y todo lo que tiene que ver con la clase trabajadora”.
Reacción de la Provincia
Los referentes sociales aseguraron que están a la expectativa de las nuevas medidas del Gobierno para evaluar acciones. Sin embargo, en el Estado provincial confían en pasar un “diciembre de paz social”.
“Hace 20 días dialogué con todas las organizaciones para trabajar en un diciembre con paz social. Fue la primera vez, desde 2001 a la fecha, que un ministro los atiende, y eso generó empatía en ellas”, contó Federico Masso, ministro de Desarrollo Social de la Provincia.
Indicó que “sean del espacio que sean, las organizaciones vienen colaborando con este objetivo”. “Yo sí lo respeto (por la decisión de imponer una lucha colectiva de parte de las organizaciones), pero charlé con ellos otra cosa”, aseveró.
Y repitió: “Si tienen un plan de lucha nacional porque se les corta algún programa, tienen todo su derecho a protestar. A nivel provincial, me extraña; nosotros sabemos leer cuando ellos plantean y trabajamos sobre esa realidad”.
Esta última declaración se fundamenta con la política social que está llevando a cabo la Provincia, según el ministro. “Se trata de una política social que se maneja sin tener en cuenta la ayuda nacional que nos llegaba hasta el 30 de noviembre”, dijo Masso.
Explicó que el propósito es atender todas las urgencias hasta saber cuáles serán las medidas que impondrá Milei para el sector. “El Gobierno nacional aportaba en la Provincia en Desarrollo Social y Educación un 18 o 20% y el 80% restante lo ponía el Estado provincial. Hoy queremos que, en esa emergencia, a ese 18% lo absorba la provincia”, remarcó Masso.
Mencionó la entrega de un adicional de alimentos secos del 50% más una “red de contención fuerte” para atravesar los momentos difíciles. “Todo lo que se está sacando de austeridad, desde el viaje del gobernador (Osvaldo Jaldo) en avión hasta lo de bajar un 15% el organigrama, lo vamos volcando en lo social y educativo en función de las necesidades que tenemos”, sostuvo.
Por último, repitió que el Estado está “absolutamente preocupado y ocupado por la situación social”. “Hay que contener a las grandes necesidades que van a venir”, declaró Masso.