11 Diciembre 2023
OFENSIVA. Soldados israelíes operan en el distrito gazatí de Shajaiya, en lo que parece un conflicto sin salida entre Israel y el grupo palestino Hamas. na
Carlos Duguech - Analista internacional
En Palestina hay una guerra. En ella no se enfrentan los ejércitos de dos estados enemigos, sino uno de los ejércitos más poderosos del mundo y un pueblo ocupado: Palabras iniciales del manifiesto de los integrantes del Parlamento Internacional de Escritores (1993).
Un núcleo de sus integrantes viajó a Palestina y a Israel en 2002. El Nobel de Literatura de 1998, José Saramago.
Decía entonces: “Con mis colegas, estuve en Ramala y en la Franja de Gaza oí la protesta indignada de los que vieron sus casas destruidas; los lamentos de los que lloraban a sus muertos; vi largas filas de palestinos a la espera de que les permitieran el paso en los puestos de control para ir a trabajar en el “otro lado”; percibí la frialdad con que los soldados israelíes intentaban enmascarar su propio miedo… Se respiraba la tensión en el ambiente, corrían noticias de concentraciones de tanques. Era evidente que el ejército israelí estaba preparándose para una ofensiva a gran escala. Sabemos lo que ocurrió después.”*
Informe de la ONU
Los enfrentamientos en Gaza han generado la muerte de 15.500 personas, desde el 7 de octubre, día de la sangrienta y cruel gestión terrorista del grupo armado de Hamas que dejó 1.200 muertos en el sur de Israel y secuestraron a 240 personas, de las cuales ya se liberaron dos grupos por intercambio con palestinos encarcelados en territorio israelí (mujeres, hombres y jóvenes).
Para mejor imaginar el drama que viven los palestinos en Gaza sólo tener en cuenta que en los primeros avances de las FDI (Fuerza de Defensa de Israel) en el terreno implicó advertencias del atacante para que desalojen la zona norte, la que sería objeto de acciones militares orientadas a enfrentar y doblegar a los militantes del terrorismo islámico fundamentalista.
Ello obligó a desplazamientos desordenados y masivos de gazatíes hacia el sur de la Franja de Gaza para asentarse, precariamente, en zonas donde los bombardeos no operaban.
No obstante las advertencias de la FDI -como materialización de una veleta al viento- ahora se les advierte a los gazatíes ya desplazados y viviendo los grupos familiares en muy precarias condiciones de habitabilidad, sanitarias y de cuidados médicos, que deben migrar desde ese sur a otras zonas para protegerse de bombardeos Israelíes; un ida y vuelta de miedos, desprotección y disgregación de los grupos familiares, en algunos casos con sus pérdidas por muerte y o desapariciones bajo los escombros.
De los 2.200.000 habitantes de Gaza 1.800.000 componen la marea humana de familias que se desplazan aterrorizadas de un lugar a otro, sin respiro, tratando de hallar refugio en ese dantesco escenario de destrucción y matanzas en que se está convirtiendo Gaza por acción de la FDI empeñadas en desarticular y eliminar la organización terrorista de Hamas.
Mientras, prosigue la gestión de “cacería” de los terroristas en el territorio gazatí, a todo trance y con despiadada manera por tanta muerte de inocentes y destrucción de viviendas e infraestructura. Una acción de las FDI que viene despreciando de tal modo vida, seguridad y patrimonio de los ciudadanos ajenos al conflicto armado. Con ese accionar se está profundizando aún más el tenebroso clima en la región.
Advierte Netanyahu
“Si Hezbollah decide atacar, Beirut se convertirá en Gaza”, las palabras del primer ministro de Israel como reacción por la muerte de un ciudadano de su país alcanzado por los efectos de un misil disparado desde territorio libanés (atribuido al grupo fundamentalista pro iraní Hezbollá).
Y se animó, sin esfuerzos, tal es su naturaleza confrontativa: “Convertiré a Beirut y el sur de Líbano en Gaza y Khan Yunis si el movimiento Hezbollah decidiera iniciar una guerra contra Israel”.
La resolución aprobada del Consejo de Seguridad (CS) estaba destinada a solicitar “pausas humanitarias urgentes y amplias en Gaza”.
Frente a esta resolución el embajador israelí ante la ONU Gilad Erdán, la rechazó expresando: “Independientemente de lo que decida el Consejo, Israel seguirá actuando de acuerdo con el derecho internacional, mientras que los terroristas de Hamas ni siquiera leerán la resolución, y mucho menos la acatarán”, Tal lo que como si estuviese en otra realidad, escribió Erdán a través de la red social X (antes Twitter).
Además se refirió a pronunciamiento y omisiones del CS: “Es lamentable que el Consejo siga ignorando, no condenando o incluso mencionando la masacre que Hamas llevó a cabo el 7 de octubre, que condujo a la guerra en Gaza. ¡Es realmente vergonzoso!”,
Excusa inaceptable
El embajador Erdán se animó a decir: “La estrategia de Hamas es deteriorar deliberadamente la situación humanitaria en la Franja de Gaza y aumentar el número de víctimas palestinas para motivar a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad a detener a Israel”.
Un intento de lavado de manos para el gobierno de Netanyahu. Los muchos miles de muertos entre la población de Gaza, mujeres, niños y hombres no combatientes como consecuencia por los bombardeos Israelíes y la destrucción de viviendas e infraestructura son “acción voluntaria de los terroristas” al decir de Erdán. Israel, eximido de responsabilidad, según el embajador. Inaceptable y a la vez falso recurso “diplomático”.
Hugh Lovatt, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, opinó recientemente que Israel “destruye deliberada y metódicamente las instituciones civiles además de la infraestructura que serán necesarias para gobernar y estabilizar Gaza después del conflicto”.
El periódico “Yedioth Ahronoth” publicó con la firma de ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Giora Eiland una contundente y dramática perspectiva: “El Estado de Israel no tiene más opción que convertir Gaza en un lugar en el que sea temporal o permanentemente imposible vivir. La crisis humanitaria en Gaza es un medio necesario para lograr el objetivo... Gaza se convertirá en un lugar donde ningún ser humano podrá existir”.
Hasta el 40% de las viviendas en Gaza fueron dañadas o destruidas. Quedaron en ruinas 339 escuelas y 167 lugares de culto, además. Dicho esto, lo que se ve a diario en los medios sobre bombardeos precisa la visión casi apocalíptica para Gaza, para sus 2.200.000 de habitantes.
Si bien el Estatuto de Roma cubre la la protección de hogares civiles como en un documento de la Corte Penal Internacional sobre los crímenes de guerra en conflictos entre Estados, no prevé en otro tipo de conflictos. No señala entre los crímenes contra la humanidad lo que se produce en un conflicto dentro de un Estado. O como en el caso que nos ocupa: sólo Israel es un estado y Hamas no, y no es reconocido por Israel en tal condición.
Politica exterior de Milei
En su discurso el nuevo presidente argentino precisó acciones en lo interno, con anuncios de modificaciones sustanciales en el sistema de gobierno ligado esencialmente a lo económico. Sobre política exterior ninguna pista relevante.
Frente a dignatarios de otros países se explayó. en cuestiones referidas a la crisis interna exclusivamente, punto por punto. Puso al desnudo la administración y economía de Argentina y ninguna señal dio sobre cómo y con qué dirección nuestro pa{is se relacionar{a con el mundo.
Lástima, era una oportunidad de oro. Un tema pendiente que, probablemente, se conocerá en lineamientos que deberá anunciar la titular de Relaciones Exteriores.
(*) ¡PALESTINA EXISTE! - José Saramago, Noam Chomsky, James Petras, Edward Said. FOCA, Ediciones. Madrid 2002.
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