La UNT refuerza su compromiso democrático

Por Sergio Pagani

Rector de la Universidad Nacional de Tucumán

Como país y como Universidad vivimos el período más largo de estabilidad institucional de nuestra más que centenaria historia. La vigencia de las instituciones, el respeto por los derechos humanos, la libertad de expresión, la libertad de enseñar y de aprender constituyen pilares fundamentales para el desarrollo de la actividad académica, la docencia, la investigación y la creación artística y la extensión.

En estos 40 años tuvimos que enfrentar grandes desafíos. El primero fue comenzar a intentar sanar las profundas heridas producidas por el terrorismo de Estado. La democracia como forma de vida y de gobierno se asienta en los pilares de la solidaridad, el respeto, la justicia, la no violencia, los cuales, como lo vemos y lo vivimos diariamente, vienen siendo cada vez más devaluados. Por ello la UNT, como institución democrática, no transigirá en su propósito de contribuir a la generación de prácticas sociales orientadas a reforzar esos pilares fundamentales de nuestra cultura, dando batalla contra toda forma de desconocimiento de la dignidad humana, contribuyendo a la formación de ciudadanos críticos, interesados, comprometidos con un mundo mejor.

Es clave entablar un diálogo con la juventud sobre los hechos, que si bien ocurrieron hace más de 40 años, tienen una vigencia total, porque hay cuestiones que no debemos permitir que vuelvan a suceder ni en Argentina ni en el mundo. Debemos reforzar el compromiso del abordaje de esta temática en las aulas; la defensa de los derechos humanos, el cuidado del ambiente y el compromiso social tienen que ser ejes transversales en los planes de estudio.

Decir que la universidad es pública, y un ámbito para la construcción de lo público, significa mantener vigente su compromiso con la enseñanza de nociones relevantes para la inserción del estudiantado en la sociedad, para discernir lo justo de lo injusto, lo igual de lo diverso, lo propio de lo compartido, así como los deberes y derechos que como ciudadanos nos competen. La educación pública es, por lo tanto, una herramienta de justicia social y construcción de lo común orientada por un concepto de la educación como derecho humano. Implica que el encuentro de diferentes y desiguales es concebido como fundamento de una relación de reciprocidad y reconocimiento antes que como competencia meritocrática, exclusión sistemática o subordinación jerárquica.

En estos 40 años la UNT aportó a la consolidación de nuestra democracia; forjando ciudadanos con pensamiento crítico y comprometidos con la sociedad y profesionales altamente capacitados. La generación y transmisión de conocimientos, las extensiones al medio necesariamente deben ir acompañadas por la formación de más y mejor ciudadanía. Es importante tener presente que en los procesos de lucha hay avances y retrocesos, y que el momento que nos toca afrontar hoy en Argentina, tan incierto y tan difícil, nos llama a estar atentos para proteger la vigencia de las instituciones democráticas.