Catamarca esconde dos joyas desconocidas del NOA, ideales para visitar en verano
Uniendo las localidades de Londres y Belén a través de la icónica Ruta 40, se esconde un tesoro arqueológico que transporta a los visitantes a tiempos milenarios. Un destino increíble para disfrutar en verano. Las Ruinas del Shincal, ubicadas a cuatro kilómetros de Londres y 19 de Belén, se erigen como uno de los principales atractivos de la región debido a su invaluable valor histórico.
1- Shincal y Londres
Testigos del pasado
Cerca de Belén, las localidades de Shincal y Londres se entrelazan en una historia rica en civilizaciones antiguas. A lo largo de la Ruta Nacional 40, que une estos dos lugares, se revela un fascinante viaje por el turismo arqueológico.
Ciudadela incaica
Las Ruinas del Shincal, testigos del dominio incaico sobre los diaguitas, son un complejo arqueológico que fue el centro político de los territorios del norte andino argentino.
Con su “ushnu” como sede de gobierno, cuarteles, talleres y una plaza ceremonial, Shincal albergaba la vida política y social de la civilización inca en el sur
Fundada cinco veces
Fundada en 1558 por españoles y nombrada en honor a María I de Inglaterra, Londres fue erigida sobre las ruinas de Shincal cuando los incas la abandonaron. La historia de Londres está marcada por sucesivas fundaciones y conflictos con los indígenas quilmes, que finalmente recuperaron su ciudad.
La entrada a Shincal cuenta con un museo y centro de interpretación que exhibe piezas de alfarería y herramientas antiguas, brindando a los visitantes una visión más profunda de este tesoro arqueológico.
En la confluencia de estas dos joyas históricas, el norte de Catamarca revela un pasado complejo y fascinante que espera a ser explorado por aquellos que buscan conectar con las raíces de la región.
2- Belén
Historia, cultura y paisajes inolvidables
Con su ubicación central en la provincia y su rica historia, Belén se destaca como un destino imprescindible para quienes buscan explorar la auténtica esencia de Catamarca. Su renombrada artesanía, destacada por tejidos realizados en telares, como los célebres ponchos belichos, es solo el comienzo de sus encantos. Entre los lugares de interés se encuentran el Monumento a Nuestra Señora de Belén, un majestuoso homenaje a la Virgen situado en el cerro oeste de la ciudad, y el Museo Arqueológico Cóndor Huasi, que alberga más de 3,000 piezas de cerámica, hueso, piedra y metal. El Santuario Nuestra Señora de Belén, inaugurado en 1907, resguarda la imagen de la patrona del departamento.
La plaza Olmos y Aguilera, principal paseo público, y la impresionante Quebrada de Belén, con sus 11 kilómetros de recorrido, ofrecen experiencias únicas. Además, el Mirador Cerro “San Luis” brinda vistas panorámicas desde el este de la ciudad, proporcionando un espectáculo visual inolvidable.