En los primeros meses de este año, la provincia alcanzó el mayor número de casos de dengue en su historia, con casi 40.000 ciudadanos afectados. Son muchos los tucumanos que sufrieron los síntomas de la enfermedad conocida como fiebre quebrantahuesos. Con el recuerdo latente, ahora que aumentaron las lluvias y los días muy calurosos, la posibilidad de que haya una nueva epidemia genera temor y preocupación.
¿Tendremos una epidemia de dengue nuevamente este verano? La pregunta, según los expertos, no tiene una respuesta exacta. Aunque en general los brotes de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti aparecen cada tres o cuatro años, no es algo tan matemático.
Los especialistas creen que aún es prematuro establecer un pronóstico sobre cómo se presentará la patología. Sin embargo hay algunos datos a tener en cuenta: por un lado, se están registrando muchos casos en países vecinos y también en provincia del NEA, resaltó la directora de Epidemiología del Siprosa, Romina Cuezzo.
Por otra parte, llama la atención la cantidad de casos sospechosos informados en lo que va desde la semana 35 (última de agosto) hasta el presente: en total se reportaron 361 posibles contagios.
El dato, en principio, marca una mayor inquietud ante la aparición de síntomas, lo que no necesariamente luego se traduce en casos confirmados. “Son personas en las que se sospechó dengue por su cuadro clínico o por antecedente epidemiológico Se estudiaron y tuvieron pruebas negativas. Es parte de la vigilancia que hacemos, y es importante que se investiguen y estudien las sospechas, porque si bien nosotros no estamos teniendo casos positivos, otras provincias sí”, detalló Cuezzo.
Actualmente, no tenemos confirmados de dengue, señaló. “Pero sí hay preocupación por la presión epidemiológica regional, tanto de países limítrofes como de provincias. Por eso, se mantiene la vigilancia”, remarcó.
Según la médica, hoy las condiciones ambientales favorecen la reproducción del mosquito. Por lo tanto, la prevención, el cuidado ambiental, es lo mas importante: hay que eliminar de las casas los recipientes que puedan acumular agua.
En el mapa
A nivel nacional, en las últimas cuatro semanas, 15 departamentos pertenecientes a cuatro jurisdicciones de la región NEA registraron casos confirmados autóctonos o en investigación. Son de las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones (Capital y El Dorado). Las otras provincias que registraron casos autóctonos durante este año han pasado 28 días o más sin registrar nuevos casos. Tucumán, por ejemplo, no tiene notificaciones de contagios desde agosto.
A favor y en contra
La previsión de reiteradas olas de calor para los próximos meses y una mayor humedad producto de El Niño son factores que podrían potenciar la proliferación del Aedes aegypti.
Un punto a favor es la reciente disponibilidad de la vacuna contra el dengue del laboratorio japonés Takeda, aunque su impacto sanitario por ahora es limitado ya no que no está dentro del calendario oficial. Colocarse las dos dosis tiene un costo de unos $ 73.000.
En nuestra provincia, según informaron desde el Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación (Ceivac), ya hay 8.000 tucumanos que se inmunizaron con al menos una dosis de la vacuna, que protege contra los cuatro serotipos de la enfermedad.
Presencia de mosquitos
Ya aparecieron y seguramente los encontraron en varias casas. Los Aedes, que los podemos reconocer por sus rayas blancas en las patas, está reiniciando su actividad; ya hay circulación de mosquitos adultos y se están reproduciendo, que es lo esperable para esta época, explicó Giselle Rodríguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología del Lillo.
Sin embargo, según especificó, ahora no son los mosquitos más abundante; el que predomina es los del género Culex en su gran mayoría. “Tucumán, por sus características climáticas y sus factores socioambientales, es una provincia que alberga una gran cantidad de mosquitos: más de 50 especies. Sin embargo No todas éstas especies están presentes en el mismo momento ni en el mismo lugar. Sino que hay un recambio y una alternancia a lo largo del año, además de que algunas prefieren lugares más urbanos, como es el caso de Aedes aegypti, mientras que otras son más silvestres, como el género Anopheles”, puntualizó.
Incluso, hay una alternancia durante el mismo día, recalcó Rodríguez. Por ejemplo, Aedes es un mosquito diurno mientras que Culex está activo la mayor parte de la jornada, incluida la noche.
¿Qué se puede esperar para este año?, le preguntamos. “Las proyecciones después de la última epidemia no son buenas si no se hace un trabajo socioambiental. Es probable que esta temporada, con tanta gente con inmunidad a los serotipos 1 y 2, además de la inmunidad cruzada que se adquiere hacia los otros serotipos, los brotes sean aislados y no tengamos una epidemia con las características de la que pasó”, advirtió.
Sin embargo, sostuvo que hay que ver qué pasa en los países vecinos, Brasil, Paraguay y Bolivia, y la circulación de cuáles serotipos prevalece. “Si bien los serotipos 3 y 4 ya circularon en la provincia, los casos fueron muy localizados y tuvieron baja incidencia, por lo que la población es susceptible en caso de que ingresen éstas variantes del virus”, informó.
“El flujo de personas a fin de año es el factor que inicia con los brotes que luego aparecen y se desencadenan a partir de enero o febrero”, señaló. Y luego sostuvo que es necesario tener en cuenta el saneamiento ambiental domiciliario urgente. “En el momento en que la población de Aedes aumente e ingresen los virus al territorio, ya es tarde y es difícil detener un brote en curso con las características con las que se presenta el dengue o incluso otras enfermedades como Chikungunya y Zika, virus que también transmite el mosquito”, apuntó.
Finalmente, la especialista habló de algunos puntos en contra: “el comportamiento de Aedes en la provincia está cambiando y está permaneciendo por más tiempo que el que esperábamos otros años. Esto significa que la transmisión de enfermedades también se extiende en el tiempo, con un invierno que no está ayudando a matar los mosquitos adultos infectados y por ende a cortar la transmisión”.
Esto paso en Chaco este año, ejemplificó. En esa provincia, la la presencia del mosquito vector y la transmisión nunca se cortó, y esto es una evidencia de que la enfermedad se está volviendo endémica en algunas regiones del país.