Según especialistas, el empleo no registrado se incrementó durante los últimos 40 años

Desde el retorno de la democracia en 1983, hasta la actualidad, la economía del país atravesó múltiples altibajos que afectaron a distintos ámbitos de la sociedad. El empleo fue una de las principales víctimas. Economistas y abogados laborales en diálogo con LA GACETA, afirmaron que en estos 40 años hubo un notable incremento del empleo no registrado, o como se lo conoce coloquialmente “trabajo en negro”; mientras que, paralelamente se notó una disminución del empleo registrado o “trabajo en blanco”.

Sin ir demasiado lejos, este año la tasa de empleo (la cantidad de personas ocupadas sobre el total de la población) fue del 44,6% en el segundo trimestre de 2023, según lo indicó la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), en un informe publicado en septiembre. Del total de trabajadores, el 46,9% declaró ser asalariado con descuento jubilatorio (empleado registrado), en tanto que el 27,3% declaró no contar con este aporte, por lo cual se lo considera como empleado no registrado.

“Lo interesante o preocupante de esto es que los números promedio a veces nos engañan por la dispersión. Cuando se lo analiza por sector de ingreso, los que menos ganan son los que más informalidad tienen. A medida que aumentan los ingresos hay mayor formalidad. Esto quiere decir que los trabajadores informales son los que menos ganan y a medida que va subiendo el promedio de ingreso, esos trabajadores que están registrados, o que al menos tienen una parte de su sueldo en blanco, cuando declaran dicen que trabajan en blanco”, explicó el economista Clemente Babot a raíz de un cálculo realizado desde la Fundación Federalismo y Libertad a la cual pertenece.

Las causas

Los profesionales consultados por LA GACETA coincidieron al señalar que una de las principales causas que provocaron el aumento de la informalidad laboral es la carga impositiva. “En estos 40 años se incrementó el empleo no registrado. A pesar de que se implementaron varias políticas públicas o leyes que fomentaban la registración, no han logrado regularizar la situación por el problema que generan las cargas impositivas. A los empleadores les resulta muy oneroso registrar a sus trabajadores, sobre todo en Argentina donde la mayoría de las empresas son Pymes”, expresó la abogada e integrante de la Asociación Argentina del Derecho de Trabajo y Seguridad Social, Julieta Tejerizo. “A través del tiempo fueron aumentando las restricciones, y la cantidad de impuestos hace que sea más costoso contratar a un empleado, entonces esto provoca que haya un incremento del trabajo no registrado”, opinó Babot en la misma línea.

Para el economista otro factor que juega un importante papel en el incremento del empleo informal son las trabas que hay para la contratación y despido del personal. “Cuando es muy costoso despedir a alguien, en términos de juicio e indemnizaciones, uno se cuida de contratar. Y en caso de no tener opción, decide hacerlo en negro. Lo que hace que la informalidad aumente son las barreras que hay para el despido”, dijo.

El economista y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Tucumán, Osvaldo Meloni, por su parte afirmó que “el trabajo registrado hace diez años que no crece en el país”. El profesional hizo un análisis de las últimas cuatro décadas e identificó tres fenómenos que influyeron en la realidad actual.

1. Deterioro de la fuerza laboral: “Creo que lo que fue pasando desde el 83 para acá es un paulatino deterioro de la calidad de la fuerza laboral porque la calidad y cantidad de la educación, especialmente la pública, cayó. En consecuencia tenemos una fuerza laboral que no está a la altura de lo que demanda un mundo en el que la tecnología ha tomado un lugar preponderante”, explicó.

2. Legislación anticuada: “Tenemos leyes fundamentales, como la Ley de Contrato de Trabajo que es de los años 70, que no acompañan al cambio tecnológico. El mundo fue evolucionando, la economía mundial se fue transformando y las leyes no han acompañado ese crecimiento”, sostuvo Babot.

3. Corporaciones limitantes: para el especialista con el paso de los años se fueron consolidando corporaciones a las cuales él considera una “rémora que no dejan que la economía argentina ponga toda su fuerza competitiva porque cierran la economía. No les gusta competir y lo único que hacen es generar privilegios para ellos y en realidad complican a los trabajadores”.

Política estatal

Tejerizo explicó que en Tucumán las inspecciones para controlar si los trabajadores están registrados o no, están a cargo del Ministerio de Trabajo de la Nación o de la Secretaría de Trabajo de la Provincia. Sin embargo, planteó que el mecanismo que emplea el Ministerio es mucho más eficiente que el que utiliza la Secretaría de Trabajo. “Cuando el Ministerio de Trabajo hace una inspección le da la posibilidad (según lo prevé la ley) al empleador de que si dentro de los diez días que se realiza la inspección, le da el alta al trabajador se archiva el expediente y no le aplica multa. Esto sí es una buena política para incentivar al empleador a que lo registre al trabajador porque las multas del Ministerio del Trabajo son carísimas, algunas pueden variar entre $300 mil, $500 mil o incluso $1 millón”, manifestó.

La Secretaría de trabajo, en cambio, cuando realiza la inspección y cita al empleador a una audiencia para constatar si dio de alta o no al trabajador, por más que el empleador lo haya hecho le aplica una multa, “quizás del mismo monto que si no lo registra; por lo tanto en este caso las empresas deciden no registrarlos. Esta es una política de Estado completamente errónea. Termina siendo contraproducente porque prefieren recaudar antes que priorizar la registración de empleados”, opinó la abogada.

Posibles soluciones

Una opción que plantea Babot para fomentar la contratación formal es la flexibilización del mercado laboral. “Tendría que haber menos trabas para contratar y para despedir y bajar la carga impositiva. También habría que generar mecanismos para despidos, más económicos que los actuales, que permita que una persona al ser desafectada tenga un seguro de desempleo”, añadió.

Para Meloni, debe implementarse un plan integral. “Lo primero que debe hacerse es estabilizar la economía, algo que lleva mucho tiempo. Una vez logrado esto, creo que la Argentina se debe una reforma laboral profunda, que acompañe el cambio tecnológico y un mundo globalizado. Necesitamos abrir la economía. Tenemos que salir a competir al mundo con nuestros productos y nuestra mano de obra, de esa manera creo que el trabajo va a ganar mucho en cuanto a experiencia y calidad. Además, todo lo que es educación tiene que aggiornarse de vuelta; tiene que haber cantidad y calidad de educación pública para que tengamos fuerza laboral de calidad”, finalizó. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero)