WASHINGTON, Estados Unidos.- El Congreso de Estados Unidos hizo historia al expulsar al republicano George Santos, representante por Long Island, al que acusó de ser un fabulador y ladrón.
La mayoría de sus colegas en la Cámara de Representantes apoyaron la decisión. La votación final fue de 311 a favor y 114 en contra. Hubo 105 republicanos, casi la mitad de la bancada, que se unieron a los demócratas para sellar la suerte de Santos, quien no llegó a cumplir un año en el cargo.
Santos, -de 35 años e hijo de inmigrantes brasileños- está procesado por 23 cargos criminales y señalado de corrupción en un devastador informe del Comité de Ética. Es el sexto despedido con deshonra de la Cámara Baja, (tres lo fueron en el siglo XIX por dar apoyo a los confederados y otros dos en 1980 y 2002 después de condenas por corrupción).
La votación llegó después de que el Comité de Ética publicara un duro informe en el que se detalla cómo Santos transfería dinero de la campaña a sus cuentas personales y lo gastaba en cosas como tratamientos de estética, artículos de lujo o pagos en la web para adultos OnlyFans. Ahora puede acabar en prisión por las imputaciones de violar las leyes de campaña, fraude, robo de identidad y varias imputaciones más.
Otro factor que desencadenó la votación fue la negativa del representante por Nueva York a dimitir, pese a los innumerables escándalos que protagonizó. “Quieren que dimita porque no quieren enfrentarse a esta votación que establecerá un precedente para su propia caída en el futuro”, dijo.
En su defensa, ha insistido en señalar que su expulsión rompe con los precedentes al convertirse en el primero “sin condena judicial o sin haber cometido traición”. Tras leer el resultado de la votación, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, indicó que se notificará la expulsión a la gobernadora de Nueva York para que se proceda a elegir un nuevo representante del tercer distrito que complete la legislatura hasta enero de 2025.
Entre sus mentiras más famosas está aquella de que su madre había muerto en las Torres Gemelas, en el atentado del 11 de septiembre de 2001. La mujer falleció en 2016 y no estaba en el lugar del el atentado. Tampoco proviene de una familia que sobrevivió al Holocausto, ni él era judío, ni fue a la universidad que aseguró haber ido (más tarde reconoció que no tiene estudios universitarios), ni jugó a voley, ni trabajó en Goldman Sachs ni en City Bank.
Visto como iba la votación y para evitar la deshonra, Santos se fue del hemiciclo antes de que se confirmase esta ignominia que le hará figurar para siempre en la historia del país. Una vez fuera respondió a los periodistas: “Al diablo con este lugar”.