El incendio en el Mercado Persia ha puesto en evidencia la precariedad con que se trabaja en algunos ámbitos de alta concurrencia y los terribles riesgos a los que están expuestos los ciudadanos, sin que haya explicaciones claras al respecto. Por otra parte, el siniestro, además de los daños y la incertidumbre en la que han quedado los comerciantes y vecinos, ha causado la muerte de uno de los bomberos que combatieron las llamas, tragedia que ha calado hondo en nuestra sociedad y que ha derivado en una investigación más profunda sobre lo sucedido.
Se trata de un predio ubicado en calle Salta al 200, con conexiones con espacios sobre calles Junín y Córdoba, que ocupa el centro de la manzana. En él se han instalado decenas de puestos comerciales que han funcionado con variantes desde 1994 –tres décadas- cuando por un acuerdo con la Municipalidad para resolver los conflictos que se generaban con los vendedores ambulantes que llenaban las calles del centro se habilitó este mercado. La emergencia del momento dio lugar a soluciones supuestamente transitorias que quedaron como permanentes. Hay propietarios, arrendatarios, controles que deben hacer varias reparticiones de la administración municipal y precariedad. El domingo a la tarde hubo, aparentemente, un desperfecto eléctrico que podría haber ocurrido por una conexión precaria de cables. De acuerdo a los testimonios recogidos entre los puesteros, el incendio habría arrancado a raíz de un desperfecto que se produjo en una heladera ubicada dentro de un quiosco que hay en el mercado, que nadie advirtió a pesar de que hay un sereno en el lugar. El director de Defensa Civil señaló que por el tamaño del lugar y la cantidad de personas que lo transitaban a diario debía contar con un sistema propio estable contra incendios y un plan de evacuación ante una posible contingencia. Sin embargo, en los más de 100 metros que tiene el galpón solo había algunos matafuegos que, según dijeron los propios puesteros, ni siquiera estaban en condiciones de ser usados. Ello a pesar de que, según contó una puestera, hace 15 años hubo otro incendio en el sector que conecta con la salida por calle Córdoba.
Las irregularidades en el Persia eran evidentes. El secretario de Gobierno municipal expresó que el mercado no estaba habilitado y que por ello están haciendo las investigaciones correspondientes para iniciar una acción judicial, porque se trata de un emprendimiento privado y hay un acuerdo entre los propietarios del predio y los comerciantes.
Ahora se está revisando la estructura del lugar, si hay riesgo de derrumbe, si se puede volver a utilizar, qué partes podrían estar en condiciones de ser reabiertas, o si es necesario demoler algún sector. La investigación deberá ser exhaustiva, para deslindar las responsabilidades que correspondan y para analizar por qué fracasaron los controles, qué debió hacerse para que las instalaciones funcionasen en regla y qué debe hacerse para evitar que esto vuelva a pasar.