01 Diciembre 2023
Caspalá, el curioso pueblo del norte que se mantuvo aislado hasta 2008
El noroeste argentino se erige como un destino predilecto para aquellos que buscan contemplar paisajes impresionantes y sumergirse en pueblos de ensueño. Entre estas maravillas, la provincia de Jujuy destaca como hogar de una localidad que fusiona ambas distinciones de manera excepcional.
Caspalá es un pequeño pueblo de la provincia de Jujuy que tiene 350 habitantes y que, por la falta de caminos y las adversidades de los terrenos que lo rodean, se mantuvo aislado hasta 2008 .
Es decir, la única vía de acceso disponible es la Ruta Provincial 73, que se inauguró hace 15 años y se caracteriza por estar repleta de curvas cerradas y pendientes pronunciadas.
Caspalá: un encantador pueblo detenido en el tiempo
Caspalá se presenta como un rincón pintoresco, con calles empedradas y casas de adobe que exhiben techos de barro y paja en un monocromo tostado claro, creando una estampa que evoca tiempos pasados en las tierras altas. Este paisaje se ve interrumpido por la presencia de la iglesia, cuyo color celeste pálido se fusiona armoniosamente con el cielo.
En este pueblo bucólico, las mujeres visten rebozos bordados con flores en tonalidades de azul, verde, fucsia o colorado, complementados con polleras a juego. Los hombres, en su quehacer diario, llevan ponchos de lana de oveja.
Las artesanas, organizadas en cooperativas, tejen y borda por las mañanas para luego unirse en la labor de trabajar la tierra, sembrando papas o maíz. Mientras tanto, los hombres se dedican a la fabricación de telas que más tarde las mujeres bordarán en los telares, además de ocuparse de la crianza de ganado en los parajes cercanos.
Desde el amanecer hasta el ocaso, todos usan sombreros para resguardarse del sol inclemente, un accesorio que las mujeres adornan con flores y cintas multicolores, mientras que los hombres optan por paño crudo o negro. Al caer la noche, después de una jornada de trabajo, el silencio del pueblo solo se ve interrumpido por los sonidos del ziku, el bombo o las coplas entonadas por niños y ancianos.
En este idílico lugar, no existen talleres mecánicos ni gomerías, ni tampoco hospitales, supermercados o hoteles. La comunidad acoge a los turistas en sus propios hogares, abriendo las puertas con hospitalidad y atención que hace sentir a los visitantes como si fueran esperados desde hace años. La reserva es esencial, ya que apenas hay unas 35 camas disponibles distribuidas en pocas viviendas, con baños compartidos y comedores comunes.
Qué visitar en Caspalá
Hay varios circuitos para visitar en las afueras de esta localidad de casas bajas que tiene un paisaje de transición entre la quebrada y la yunga: todos se hacen caminando o a caballo, entre cardones enanos.
Entre sus atractivos principales se encuentran la Iglesia Santa Rosa de Lima, una capilla construida en la década de 1840 por don Tomás Coronel. Sus campanas de bronce fueron traídas de Perú al igual que la imagen de la patrona del pueblo, por eso, cada 30 de agosto Caspalá celebra su fiesta patronal.
Otras opciones son la Cascada del Silencio, la visita al Corazón del Hornocal, el paseo por la Cumbre Serrania del Hornocal (parte del Camino del Inca), las Cascadas Naturales de la Casa Mocha, entre otros.
Cómo llegar a Caspalá
Caspalá es una localidad del departamento Valle Grande que se encuentra a 10 kilómetros de Santa Ana y a 115 kilómetros de Humahuaca.
Para llegar desde San Salvador de Jujuy (la capital de la provincia) hay que tomar la Ruta Nacional 9 hasta Humahuaca y después la Ruta Provincial 73.
Se accede al pueblo tras recorrer 6 horas y media de camino sinuoso pero con vistas alucinantes.
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