Cinco cartas de lectores
01 Diciembre 2023

Gregorio Aráoz Alfaro, gran médico en el olvido

El 3 de diciembre se celebra el Día del Médico. A lo largo de su historia, Tucumán vio nacer a muchos de los destacados médicos que tuvo nuestra patria. Al Dr. Eliseo Cantón, Pedro Cossio, León De Soldati, Tiburcio Padilla y a Gregorio Aráoz Alfaro, entre otros. De este último, quien fue un gran clínico y sanitarista, nos ocuparemos especialmente. Alumno del Colegio Nacional de Tucumán, se trasladó luego a Buenos Aires donde estudió en la Facultad de Medicina de la UBA. El 1892 se doctoró con diploma de honor y después viajó a Europa a perfeccionarse. A su regreso a la Argentina trabajó como pediatra y participó, además, en la campaña de lucha contra la tuberculosis y contra la alta mortandad infantil. Se radicó en Buenos Aires, donde ejerció su profesión y además fue un proficuo escritor, destacándose entre sus obras: “El libro de las madres”, “Meningitis cerebroespinal”, “La formación del espíritu médico” este último escrito en forma conjunta con nuestro Premio Nobel Bernardo Houssay. Fue profesor de Semiología y Clínica Médica, y con el paso del tiempo se consagró como uno de los más destacados profesionales de Buenos Aires: “El más eminente de nuestros semiólogos” dirá de él Osvaldo Loudet. En su casa de Callao y Paraguay se realizaban importantes reuniones, tal que una noche concurrió a cenar allí el entonces presidente de la República Marcelo T. de Alvear. Médico del Hospital San Roque, Académico de número, llegó a ser Presidente del Departamento Nacional de Higiene (hoy el Ministerio de Salud Pública de la Nación) y condujo por largos años la liga Argentina de lucha contra la tuberculosis. Un centro médico de Lomas de Zamora lleva hoy su nombre, como, asimismo, un pequeño pasaje de nuestra ciudad de Tucumán. A propósito, recuerda el Dr. Carlos Gines Sierra que, en reconocimiento a su trayectoria, los ateneos clínicos en el Hospital Centro de Salud llevaron el nombre de Ateneos Aráoz Alfaro y fueron 255 reuniones científicas que se desarrollaron entre noviembre de 1977 y noviembre de 1999: justo homenaje a quien fue un maestro de la Medicina Argentina. El Dr. Manuel López Pondal, renombrado pediatra tucumano del siglo XX, contaba la anécdota de que el Dr. Aráoz Alfaro viajó a Tucumán a visitarlo y terminó atendiendo junto a él a los niños que llegaban a su consultorio en calle 25 de Mayo al 300. Según el Dr. Carlos Páez de la Torre: “Gregorio Aráoz Alfaro libró su batalla desde el consultorio, la función pública, la cátedra y el libro y fue una de las grandes personalidades de la medicina y la sanidad de la Argentina del siglo XX”. En este 3 de diciembre reciban un saludo cordial y afectuoso todos los médicos que, con vocación, abnegación y amor por el prójimo brindan a diario su servicio en silencio. Y un especial reconocimiento a todos aquellos que por amor a la profesión arriesgaron u ofrendaron su vida durante la pandemia por COVID 19, a veces nada más que por un simple aplauso. Y fueron cerca de medio centenar de médicos los que murieron: verdaderos héroes o mártires de nuestra profesión.

Juan L. Marcotullio                           [email protected]


Mercado persia

He leído lo que publicó LA GACETA sobre el incendio que ocurrió en el Mercado Persia el 26/11. En nuestro país rige la Ley 19587 (Seguridad e Higiene en el Trabajo). Su Art. 1° establece que se debe aplicar a todos los establecimientos y explotaciones que persigan o no fines de lucro, cualquiera sea la naturaleza y el medio donde ellas se ejecuten y por lo tanto es de aplicación en el caso del Mercado Persia. El Decreto 351/79, reglamentario de la ley, en el Anexo VII, Cap. 18, trata sobre la Protección Contra Incendios. Los objetivos de la Protección Contra Incendios, son: 1) Dificultar el inicio de un incendio 2) Evitar la propagación del fuego y los efectos de los gases tóxicos 3) Asegurar la evacuación de las personas 4) Facilitar el acceso seguro de los bomberos 5) Proveer las instalaciones de detección, alarma y extinción del fuego. Podemos decir que el Mercado Persia, sufrió un incendio debido al fuego incontrolado Clase A, que se originó en su interior (aún se desconoce el foco de ignición). Fuegos Clase A, son los que se desarrollan sobre combustibles sólidos, como maderas, telas, papeles, gomas, plásticos y en materiales que dejan cenizas. A simple vista, se podía observar que en el mercado, había una importante carga de fuego (o carga combustible). Esta carga, es la cantidad de energía resultante de la combustión completa de los combustibles existentes en el lugar o sitio del incendio. Es además un indicador del riesgo de incendio que tiene un edificio o instalación y sirve para seleccionar las protecciones y las acciones en materia de seguridad contra incendios. Teniendo en cuenta lo expuesto, las condiciones estructurales del edificio y las tres vías de acceso al local, el Mercado Persia debería haber contado con: Rociadores, detectores de humo, alarma, matafuegos adecuados, plan de emergencia y evacuación y un rol de incendio. Debemos agregar que la capacitación en seguridad contra incendios, a las personas que cumplen funciones en el mercado, es imprescindible. En la ciudad Capital hay varios locales que tienen peligros y riesgos similares a los del Mercado Persia. Esperemos que las autoridades municipales, realicen las inspecciones y controles necesarios para detectarlos, corregirlos y/o eliminarlos, para que no se repita lo que sucedió en este mercado.

Juan Francisco Segura                          [email protected]


Adiós al bombero

Con mucha tristeza, recibimos la noticia del fallecimiento del agente de Policía perteneciente al Cuerpo de Bomberos de nuestra Capital, quien participó del siniestro ocurrido en el Mercado Persia recientemente; el joven Ezequiel Agudo, de 26 años, sufrió un paro cardiorespiratorio y quemaduras en un 35% de su cuerpo; lo internaron de urgencia en el Hospital Padilla, pero lamentablemente no pudo resistir; es penoso el desenlace de este incendio que la justicia está investigando; la cuestión que esta persona arriesgó heroicamente su vida, cumpliendo con su deber. Condolencias para su familia.

Daniel Francisco Leccese  [email protected]



Cuenta de inversión

Leí con enorme satisfacción EN LA GACETA, que los legisladores opositores Elías de Pérez y Seleme presentaron notas dirigidas al Vicegobernador y al Gobernador, requiriendo que se cumpla el mandato constitucional que establece el deber de  la Legislatura de “aprobar o  rechazar las cuentas de inversión” que remiten los gobernadores al Poder Legislativo todos los años, justificando el modo y la forma en que ejecutó el presupuesto anual. Lo requerido por ambos legisladores cumple el deber constitucional de los opositores de controlar a los gobernadores  para verificar si dieron cabal cumplimiento a lo establecido en los presupuestos anuales sancionados por la Legislatura. Nunca hasta hoy la Legislatura cumplió con el proceso de examinar esas cuentas de inversión, aprobándolas o rechazándolas. La ley de administración financiera 6970, en su artículo 109 establece el procedimiento a seguir en esta instancia. El último párrafo de dicho artículo habilita, inconstitucionalmente, que si transcurren dos períodos anuales de sesiones ordinarias sin tratarse estas cuentas de inversión, las mismas quedan aprobadas tácitamente. Quien debe convocar para que este proceso de control se cumpla es responsabilidad del vicegobernador, quien debe formar una Comisión Especial para que examine y dictamine sobre dichas cuentas, luego de lo cual debe ser tratado en las sesiones del cuerpo, convocada también por el vicegobernador. Es, según mi memoria, la única vez que legisladores reclaman tener la posibilidad de controlar el manejo de dinero público por parte del Gobernador. Quiero felicitar a ambos legisladores por las presentaciones efectuadas, con la finalidad ya mencionada.

Luis Iriarte                                           [email protected]


Biodiversidad

Ante la mortandad de peces ocurrida recientemente en la Bahía de los Britos veo con preocupación muchos comentarios de ciudadanos que en forma sintética expresan que “es importante preocuparse por la biodiversidad pero que es más urgente preocuparnos por la falta de agua para los ciudadanos”. O bien se trata de desviar la atención por alguna razón o no se entiende, el concepto de biodiversidad. La definición más sencilla expresa que biodiversidad es “la totalidad de las formas de vida, ecosistemas y procesos ecológicos”. Queda claro que en esta definición se incluye al hombre. De manera que no es ocioso indagar sobre la mortandad de peces porque es evidente que algo está pasando en nuestro ambiente y que más tarde o más temprano (como una intoxicación o casos de alergias) se podrían producir por ingerir peces contaminados. No en vano se reconoce que, en nuestro universo, y más aún en nuestro planeta, “todo está relacionado con todo”. Es por ello que el Inter -American Institut for Global Change (IAI) definió al cambio global, que padece nuestro planeta, como “modificaciones del medio ambiente mundial, incluyendo alteraciones del clima, la productividad de la tierra, los océanos u otros recursos hídricos, la química atmosférica y los sistemas ecológicos que pueden alterar la capacidad de la tierra para sustentar la vida”.

Juan A. González                   San Juan 158 - Lules


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