Las elecciones en Boca siguen suspendidas. Pese a la mediación realizada en el Juzgado Civil número 11 de la Capital Federal que tuvo una extensión de cuatro horas, los comicios en el “xeneizes” (que estaban previstos para este domingo) siguen sin tener una fecha definida.
La principal causa de la incertidumbre electoral fue la denuncia realizada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri por “irregularidades” en el padrón. El argumento central de la querella es que existen 5.770 socios adherentes que pasaron a estar activos, es decir, con derecho a ejercer el voto. En tanto, desde el oficialismo, aseguran que ese número se reduce a 3.660 y que la mayoría de los socios “irregulares” fueron una herencia de Daniel Angelici.
Aquí yació una de las principales propuestas del secretario general Ricardo Rosica y el abogado Walter Krieger, representantes del oficialismo. La idea radicaba en llamar a elecciones este domingo pero que esos 3.660 “irregulares” voten en mesas separadas del resto y que si quien gana lo hace por un número mayor de votos, todo quedaría solucionado. En cambio, si Juan Román Riquelme ganaba pero por una cifra menor todo quedaría a la espera de la resolución judicial.
Pero, los representantes de la oposición Javier Medin y Sebastián Silvestri no aceptaron la propuesta, ya que consideraron que una vez que existan las autoridades electas será complicado dar pasos atrás para hacer una revisión.
Por este motivo, quieren analizar las irregularidades y ahí recién volver a hablar. Para ello, propusieron que, desde ayer hasta el domingo, se ponga un perito de ambas partes y de la Justicia que se encarguen de hacer una limpieza de los electores inhabilitados; si se llega a realizar hasta el 3, se vote ese día, sino que la fecha se posponga hasta el 17 de diciembre (único fin de semana disponible en el mes).
Pero, el oficialismo le bajó el pulgar a esta moción. “No hubo acuerdo, pero seguimos trabajando. Están entorpeciendo el camino”, dijo Rosica a la salida del recinto.
Además, existe un obstáculo protocolar para reprogramar la fecha ya que la medida debería ser determinada en una reunión de la CD. Además, el estatuto del club establece que el día del acto eleccionario se dispone un mes después de la misma por lo que diciembre sería inviable para seguir este procedimiento. Así, si se vota el 17, solamente respondería a un pedido de la Justicia.
Una de las hipótesis planteadas es que la comisión directiva actual recurriría a la vía legal para contrarrestar la denuncia. Es decir, apelar al fallo de la jueza Alejandra Débora Abrevaya y dejará que todo se solucione en los tiempos que disponga la Justicia.
No obstante, todavía está latente la posibilidad de una intervención de la Inspección General de la Justicia (IGJ) en caso que las elecciones se posterguen para 2024.
El organismo tiene la potestad de designar a un interventor que administre la institución hasta que los socios realicen el acto eleccionario. Sin embargo, ambas partes creen que está resolución estaría muy alejada de la realidad. “Sacaría la palabra intervención, no la quiero para Boca. Me parece un desastre que pase esto. Ahora, todo depende del club. La base de datos, los sistemas, lo que hicieron, lo sabe Boca. Espero que se vote cuanto antes”, había dicho Ibarra en la previa a la audiencia de conciliación.
Ante esta situación indefinida en la que el “camino corto” falló, todo es incertidumbre. Las carpas siguen plantadas en el césped de La Bombonera a la espera de una resolución que parece estar lejos.