Ser felices es uno de los principales objetivos que tienen muchas personas. Aunque cada uno tiene un concepto distinto de lo que es la felicidad, el común denominador es el bienestar psicológico, la salud y el éxito tanto profesional como persona.
Arthur Brooks, profesor de Universidad de Harvard, preparó un curso sobre cómo aprender a gestionar la felicidad y construir una vida más reconfortante. Para Brooks, las personas deberían invertir en cuatro áreas, que tienen el mismo grado de importancia, para sentirse más realizadas en la vida.
En este sentido, según Brooks, para experimentar un mayor sentido de realización personal es aconsejable invertir de manera equitativa en cada una de estas cuatro áreas esenciales de la vida pues sus dimensiones son igualmente importantes y su atención combinada puede contribuir a un desarrollo armónico de la felicidad.
Harvard: estos son las cuatro áreas a reforzar para alcanzar la felicidad
Familia: Para Harvard es indispensable reforzar nuestros vínculos familiares porque se trata de personas incondicionales que siempre estarán allí para nosotros y viceversa. De todas maneras, sugiere que hay que saber gestionar las relaciones tóxicas incluso cuando provienen de nuestro núcleo familiar.
Comunidad y amigos: las amistades son fundamentales para alcanzar la felicidad. Esos vínculos desinteresados que construimos con el paso de los años resultan una de los pilares fundamentales para que cada persona pueda sentirse en plenitud. Hay estudios que sugieren que aquellas personas que se reúnen a diario con amigos tienen una mejor calidad de vida según consigna el cronista.
Fe y filosofía de vida: Todos necesitamos un propósito. Se trata de eso que nos eleva y que nos hace sentir en otro plano cuando lo llevamos a la práctica. Es muy importante encontrarle un sentido a la vida para hacer mucho más placentero y significativo nuestro paso por la misma. La religión o una práctica espiritual son muy importantes en nuestro punto.
Trabajo: tener empleo es fundamental y más cuando se trata de una que nos gusta y nos empuja a nuevos desafíos. Trabajar de lo que nos apasiona no siempre es posible pero cuando lo logramos, estamos ganando en felicidad.