A pocas semanas para la llegada del verano, la sandía se convierte en la fruta que no puede faltar en los hogares tucumanos. Además de ser rica, esta fruta ofrece numerosos beneficios para la salud, sin embargo, encontrar una sandía de buena calidad en ocasiones se torna complicado. ¿Qué debemos tener en cuenta al momento de comprarla?
Entre los diferentes nutrientes que tiene esta fruta se encuentra el licopeno, el culpable del color rojo intenso de la pulpa y que actúa como un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger a las células del daño, señalan desde Mediplus, la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, elegir una buena sandía no siempre es una tarea sencilla. Si bien la mejor forma de saber si la fruta está madura es probarla o verificar su pulpa roja, esto generalmente solo es posible después de comprarla. No obstante, existen una serie de trucos que podrán ayudarte a acertar.
Cuáles son los trucos para elegir una buena sandía
Para elegir una sandía, según explican en la revista Healthline, lo primero que debes hacer es buscar una forma uniforme. Esto es, elegir aquellas que tengan una forma simétrica y evitar que tenga protuberancias, abolladuras o cortes irregulares. Ya que esto puede ser signo de que la sandía recibió cantidades irregulares de agua, no se polinizó correctamente o que podría tener insectos en su interior.
En segundo lugar, levantar la sandía y comprobar que es pesada para su tamaño. Esto indica que está llena de agua y, por tanto, está madura. Si no estás seguro, puedes elegir otro ejemplar del mismo tamaño y comprobar cuál es más pesada.
Una vez verificado el peso, hay que darle la vuelta y comprobar que tenga una mancha amarilla, que también se la conoce como ‘mancha del campo’. Una mancha amarilla indica que la fruta ha pasado más tiempo madurando y debería ser más dulce. Al contrario, una mancha blanca indica que se cosechó demasiado pronto y no alcanzó la madurez máxima.
Un cuarto truco está en la famosa técnica del palmeo, el método por excelencia de los apasionados de la sandía. De hecho, tal es su popularidad que llevó a unos investigadores de la Universidad de Teherán (Irán) a desarrollar un análisis de vibración probado para ayudar a detectar la madurez de la sandía. Mediante un vibrómetro láser Doppler, estos científicos demostraron que el análisis de las vibraciones se puede utilizar de forma eficaz para la detección de la madurez de las sandías.
En la vida real —como no disponemos de un vibrómetro—, el oído es nuestro mejor aliado. Aunque es una técnica difícil de dominar, una sandía madura suele tener un sonido profundo, algo parecido a un tenor. En cambio, si tiene un sonido hueco o plano, es probable que esté demasiado madura.
Por último, una última técnica para determinar la madurez de una sandía está en su tallo. Un tallo verde suele indicar que la sandía se cosechó demasiado pronto, mientras que un tallo seco suele indicar que la sandía ya está madura.