“Queremos seguir buscando formas de cooperar con la Argentina”, dijo hoy el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Mientras esté en la ciudad [Javier Milei] tendrá la oportunidad de reunirse con consejeros de seguridad nacional, incluido Jake Sullivan”, anunció Kirby, que afirmó: “Esperamos obviamente escuchar las ideas del presidente electo y dónde quiere ir con sus políticas”.
Según informaron voceros de Milei y citados por el diario La Nación, el líder libertario tendrá en Washington reuniones con funcionarios del FMI, la Casa Blanca y el Tesoro. La agenda incluye además un encuentro con el expresidente Bill Clinton. “Las reuniones son protocolares para explicar el plan económico: ajuste fiscal, reforma monetaria, reforma del Estado y desregulación. No es en búsqueda de financiamiento”, dijeron los voceros.
Ignoto para la burocracia de Washington, Milei llegó con una oportunidad un tanto atípica para un político a días de asumir la presidencia de la tercera economía de la región: dejar una primera impresión.
La visita de Milei a Estados Unidos, su primer viaje al exterior desde que se impuso en la segunda vuelta de la elección presidencial, tendrá dos paradas. La escala inicial fue en Nueva York y tuvo un motivo personal. Milei visitó otra vez “El Ohel”, la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, mejor conocido como “el Rebe de Lubavitch”, un lugar sagrado para el judaísmo. “Voy a dar gracias”, dijo. Estuvo allí menos de una hora, con su hermana Karina y con Gerardo Whertein, quien se perfila como futuro embajador en Washington.
Tras esa parada espiritual, Milei seguirá viaje esta tarde a Washington, con una misión concreta: marcar el inicio de su relación con la Casa Blanca, el Tesoro y el FMI, tres jugadores críticos para su programa económico, que apunta a imprimir un giro radical en el rumbo de la Argentina.
En la agenda, todavía sujeta a cambios, hay previstas reuniones con el staff del Fondo, funcionarios del Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC, según sus siglas en inglés) de la Casa Blanca, el brazo de política exterior del Ala Oeste, y también del Tesoro, que debe dar un veredicto sobre sus planes. De momento, no está prevista ninguna reunión en el Congreso.
El punto de contacto para los gobiernos de América latina en la Casa Blanca es Juan González, director para el Hemisferio Occidental del NSC y principal asesor de Biden para la región.