Por tierra, por agua y por aire. Así ingresa la droga a nuestra región. Esa industria delictiva llamada narcotráfico año a año modifica las técnicas y los sistemas de traslados de cocaína y marihuana por la permeabilidad de las fronteras. Según el Ministerio de Seguridad de la Nación, en lo que va de 2023 incautaron más de 4.700 kilos de “merca” y más de 1.300 de cannabis en las rutas del NOA. Pero detrás de esos números hay varios detalles que quedaron al descubierto.
Los números detallados de la cantidad de droga secuestrada por esa fuerza nacional se mantienen en secreto. Muchos de ellos son datos confidenciales porque a raíz del hallazgo de un envío se inician investigaciones mucho más profundas. “Son más lentas, pero siempre llevan a algún lado”, comentó un fiscal federal de Jujuy.
Sin embargo, al analizar los casos de decomisos publicados en la sección noticias de la página oficial argentina.gob.ar, LA GACETA contabilizó que, entre el 1 de enero y el 17 de noviembre, esta fuerza federal secuestró 3.419 kilos de cocaína en el NOA. Salta, con 1.796 kilos, lidera el ranking. Le siguen Jujuy (645), Tucumán (508), Santiago del Estero (455), Santiago del Estero (455) y Catamarca (15).
En lo que se refiere a marihuana, nuestra provincia lidera el ranking de decomisos con 220 kilos. Le siguen Jujuy (95), Salta (59) y Santiago del Estero (15). Estos hallazgos generan cambios en el tráfico de cannabis, ya sea por la posibilidad de que Bolivia se haya transformado en un país productor o porque se modificaron las rutas de tráfico. (Se informa por separado).
En nuestra provincia
La situación de Tucumán es diferente porque, al igual que Santiago del Estero, no es una provincia de frontera. Desde la época de la colonia, ocupó un punto estratégico en la actividad económica del NOA. Distintas mercaderías llegaban a estas tierras y después eran distribuidas a diferentes provincias. Ahora pasa lo mismo con la droga.
Investigaciones determinan que estas tierras, el norte santiagueño y el sur salteño (especialmente Rosario de la Frontera) son utilizadas como centros de acopio.
Trancas es el principal punto de ingreso de estupefacientes en la provincia con 71 kilos de cocaína y 120 marihuana. En el puesto de control de peaje se concretaron la mayor cantidad de operativos, pero no así de decomiso. La mayor incautación fue la de 423 kilos de cocaína, ocurrida en la localidad de 7 de Abril, que se transformó en el tercer procedimiento más exitoso que realizó Gendarmería a nivel nacional.
“Sabemos perfectamente cuál es la situación y estamos analizando qué medidas podemos incrementar para mejorar los controles en las fronteras y colaborar con las fuerzas federales. El gobernador (Osvaldo) Jaldo y el ministro de Seguridad (Eugenio) Agüero Gamboa están al frente de todas las gestiones que realizamos”, explicó el secretario de Lucha contra el Narcotráfico. Jorge Dib, que hace menos de una semana viajó a Salta para coordinar tareas con las autoridades del área de esa provincia.
Entre los proyectos aparecen el fortalecimiento del Operativo Lapacho, dotar a la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) de una unidad de control en los límites fronterizos y la creación de un centro de adiestramiento de perros antinarcóticos. “Seguimos estudiando para tomar más medidas porque esa es nuestra prioridad”, añadió.
Diferencias
La ruta 9 podría ser el meridiano de la región. A ese camino se lo podría utilizar para dividir en dos toda el área. “Esa vía de comunicación y la que está ubicada al oeste, podríamos decir que es para el ‘chiquitaje’, es decir la que está destinada para el consumo interno”, explicó una fuente de Gendarmería. “El otro sector, que tiene la ruta 34, se registraron los decomisos de mayor cantidad por una sola razón: son las tierras de los vuelos narcos que arrojan la droga que será enviada al exterior. Eso no es casual: son los caminos que llevan al litoral, a la hidrovía del Paraná que lleva a los puertos para ser enviada al exterior”, añadió. Esa teoría se sostiene con los números. Hacia el este, se secuestraron más de 2.800 kilos, mientras que al oeste, más de 1.600.
En todos estos números hay una sola certeza: la droga que se incauta es apenas una parte de la que es trasladada. La gran duda es cuantificar cuánta es la sustancia que circula sin ser detectada. Las estimaciones más optimistas indican que el porcentaje de lo decomisado es apenas del 25%. Un ejemplo: de 100 kilos que salen a las rutas, sólo se descubren 25 kilos, los 75 restantes terminan en las calles.
Menos 50% de los decomisos de la droga incautada por Gendarmería fueron en el marco de investigaciones. El resto se concretó en controles que no son permanentes y cuyos hombres sólo cuentan con la ayuda de perros antinarcóticos, el olfato de un gendarme y algunos escáneres manuales.
El fiscal federal salteño Carlos Amad señaló que es necesario contar con dos herramientas. “La primera es el uso de más tecnología. Las rutas deben contar con escáneres para que todos los vehículos que pasan por allí sean controlados y no solo algunos. Nos tendremos que acostumbrar a las esperas, no queda otra”, señaló. “Urge que todas las provincias, no sólo las de fronteras, apliquen el nuevo Código Procesal Penal de la Nación. Con este digesto los fiscales tenemos la posibilidad de iniciar una causa, investigarla y pedir una condena en seis meses”, finalizó.