24 Noviembre 2023
En 1930, Federico García Lorca estaba en pleno desarrollo de su faceta como dramaturgo, en la cual la mujer tuvo un papel protagónico al abordar temas que no se trataban en la época, como sus deseos, su emancipación y su empoderamiento.
De ese año es “La zapatera prodigiosa”, planteada como una farsa en la que cuenta la historia de un matrimonio por conveniencia entre una mujer muy joven y un hombre mucho mayor que ella, y la lucha de la protagonista entre su realidad y sus intereses. “El autor se sirve de este argumento para mostrar algo muy humano: el debate de lo que nos presenta el destino y de lo que deseamos en lo más profundo de nuestro corazón, nos muestra lo contradictorio que puede resultar el ser humano. No solo se muestra una fotografía de la época, sino también la mirada actual de temas como las clases sociales, el papel de la mujer en sus relaciones, la mirada de la sociedad que discrimina, la importancia femenina en la toma de decisiones y trascendencia en la sociedad y el amor, entre otros”, adelanta Jaime Mamaní, director de la puesta que se estrenará esta noche a las 21.30 en la Casa de la Cultura de Bella Vista, con las actuaciones de Mayra Ovejero Salles, Lucho Ibarra, Carlos Nacul, Marcos Jordán Díaz Sartini, Yuki Olivera, Marta Toscano, Rosario Arroyo y Juan Agustín Jerez.
“Elegí esta obra porque soy un enamorado de los textos clásicos. Además esta pieza exquisita de García Lorca nos muestra a una mujer luchadora y empoderada que enfrenta no solo a una sociedad que la prejuzga sino también al machismo de algunos personajes”, remarca el director.
Mamaní reivindica a “los autores clásicos porque con sus obras fueron muy destacados en épocas pasadas y han logrado permanecer en el tiempo como grandes manifestaciones teatrales que representan expresiones de gran valor artístico”. “Entiendo lo clásico como un rasgo que otorga un valor permanente. Los textos de esta naturaleza poseen relevancia social, y además conmueven e invitan a la reflexión”, agrega.
En el caso particular del dramaturgo y poeta español, asesinado por el franquismo en 1936, Mamaní remarca que “fue un adelantado al escribir y darle un tratamiento especial a los temas que se referían a las mujeres y que influenciaban mucho sobre ellas como la crítica social, la libertad, la frustración, el amor, el sexo y la muerte; son asuntos que alcanzan las problemáticas existenciales. Le encantaba escribir utilizando recursos como las metáforas e imagines para representar sus ideas”.
En esta obra, hay un matrimonio sin amor de por medio, sino porque les conviene a las partes. “Existieron y seguirán existiendo, como puede verse planteado en el desarrollo la obra. Si ese tema lo trasladamos a otras esferas, podemos verlo por ejemplo en la política actual. Sucedió en nuestra provincia y ahora lo pudimos ver en forma explícita en las últimas elecciones presidenciales”, señala.
En ese sentido Mamaní, quien aparte de ser actor y director conduce la filial local de la Asociación Argentina de Actores, advirtió: “me preocupa mucho el futuro del teatro independiente, hemos atravesado distintas etapas, buenas y malas, crisis económicas como la actual, conflictos laborales, desocupación e incluso una pandemia implacable que se llevó muchas vidas. Pero ahora deberemos enfrentar la incertidumbre de una política de ajuste que pone en riesgo fuentes de trabajo, políticas culturales claras y el apoyo del Estado para el desarrollo y crecimiento educativo y cultural. Vamos a transitar una etapa muy difícil y habrá que estar preparado. El teatro siempre fue un lugar de resistencia, de lucha y de producción libre”.
Pese a ese contexto, destacó que tiene una “evaluación positiva del teatro tucumano en el interior, por el gran y sacrificado esfuerzo de trabajadores y trabajadoras del sector”. “Se lograron abrir espacios artísticos y la producción creció gracias al apoyo del público y de los organismos estatales”, concluyó.
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