Computadoras, anteojos de realidad virtual y mucha concentración. Eso se vio -y se sintió- al ingresar ayer al Punto Digital del Ente Cultural de Tucumán (San Martín 251). En el marco del VR Day LATAM 2023 (un evento para promover el uso de la realidad virtual) desarrolladores de videojuegos se dieron cita en una jornada única para colaborar en la creación de tecnologías inmersivas. La idea también fue mostrar que Tucumán hace muy buenos videojuegos.
Se trata de un desarrollo colaborativo y no competitivo. Se organiza cada año a partir del Día Mundial de la Realidad Virtual; y con actividades durante toda la semana. Además de las charlas y las capacitaciones, se organiza un Game Jam, un “hacketón”, en el que se crean uno o más videojuegos en un corto periodo de tiempo. Este año fue en 48 horas, y de forma presencial (en el Punto Digital) o remota (a través de plataformas como Discord); expertos de toda la provincia desarrollaron dos juegos con la realidad virtual (RV) como base.
“Hay dos equipos trabajando -contó Sebastián Buratto, desarrollador y referente de la Comunidad de Desarrolladores de Videojuegos de Tucumán (CDVT)-. Con el mío estamos haciendo una experiencia de realidad virtual para ciegos, o para que personas que ven puedan saber cómo vive alguien que no ve. Te ponés las cajas (anteojos de realidad virtual) y no ves nada, pero escuchás hacia los lados, porque la RV tiene sonido espacial. La idea surgió en un asado; no es para vender, sino para generar consciencia. Es un juego totalmente narrativo; una voz te contextualiza si, por ejemplo, estás en un incendio o estás en medio del agua, tenés que encontrar la forma de salir escuchando. Todo es sensorial”.
El programador que los ayudó estaba trabajando en remoto, pero Sebastián y su compañero Augusto Fonts lo hicieron presencial. “Buscamos lograr esa sensación de espacialidad, para tener mejor noción de cómo y de dónde viene cada uno de los sonidos”, explicó Augusto, que se encargó de toda esa parte. “Los sonidos se pueden conseguir con muchas técnicas. Para este usamos dos: una llamada foley, que es cuando grabás un sonido que se parece a otro (por ejemplo: usar cuchillos para simular espadas) y otra llamada sampling, que es con sonidos de internet o de librerías gratuitas. Aunque sea para ciegos, el videojuego se desarrolla de la misma forma que para videntes”, advirtió.
Y mientras los chicos mostraron algunos adelantos del videojuego (debía estar listo para el final de la jornada), el otro grupo estaba avanzando en su propuesta. “El que estamos desarrollando es como ser Papá Noel a la hora de elegir regalos para niños. Tenés que leer la carta del niño y, según lo que pide, elegir qué regalo darle”, comentó Tomás Heredia. Este proyecto, en tanto, es con realidad aumentada (RA).
Ahí viene la diferenciación, una que los desarrolladores explicaron a la perfección: la RV crea mundos 100% virtuales (las gafas aíslan de la realidad); y la RA es aquella que tiene distintas capas de información que se agregan a objetos reales (el juego para móviles Pokemon Go es un perfecto ejemplo). Hay un tercer tipo: la realidad mixta (RM), una mezcla de las dos anteriores.
Un mundo por descubrir
El juego que desarrolló el equipo de Sebastián fue con RV, y el del equipo de Tomás, con RA. “Escanéas con el teléfono una tarjeta que te abre una lámina en 3D del juguete, que luego se guarda en un carrito. Y según el regalo que elijas, tenés ciertos puntajes de felicidad para el niño”, añadió el joven. “Y esto persigue la diversidad; que una muñeca pueda ser para un varón o una pelota para una mujer”, agregó Sebastián. Una vez que se terminó el día, todos los videojuegos hechos en el país (y en la región) fueron cargados en el sitio itch.io/jam/vrday-game-jam-latam2023, disponibles para descarga gratuita y valoración de los usuarios.
Tucumán es, en el norte, el polo de la producción de videojuegos. Tanto que tiene hasta su propio festival (este año se hizo en julio). En la provincia hay una docena de estudios que realizan este tipo de audiovisuales, pero sólo dos producen con RV. “Por eso hicimos el lanzamiento del evento en el Instituto de Desarrollo Productivo. La idea es mostrar lo que se logra con RV. Podés hacer no sólo videojuegos, sino simular la actividad agrícola o entornos no aptos, para no poner en riesgo la vida humana. Hoy hay más chances para la industria: pueden aprender a pilotear un helicóptero, a entrenar a una persona para usar maquinaria agrícola, enseñándole al operario. Yo, por ejemplo, estaba hablando el otro día con mi dentista de la posibilidad de hacer algo para enseñar a poner brackets con RV”, agregó Sebastián.
Son muchas las posibilidades con la tecnología y son muchas las cabezas que piensan. Por eso el Ente Cultural les abre las puertas. “La idea es incubar proyectos que empiecen su desarrollo aquí, y que podamos apoyarlos con el espacio, con la búsqueda de financiación y con nuevas formas de ver la cultura, en este cruce del arte digital, las nuevas tecnologías y los cambios culturales que se están dando”, resumió Rafael Vasquez Rivera, a cargo del área de Producción Cultural de Nuevas Tecnologías del Ente.