El dólar oficial se mueve a un ritmo del 3%, mientras la velocidad que recorre la inflación es tres veces mayor. El tipo de cambio oficial se movió a $ 371,55 por unidad. A su vez, el dólar que se negocia en el mercado informal terminó estable, en $ 950, en la última rueda de negociaciones previa al balotaje con bajo nivel de operaciones. El Programa de Incentivo Exportados (PIE) ha llegado ayer a su fin y las preocupaciones vuelven al Banco Central en lo que respecta al mecanismo que le permita recolectar divisas frescas en una época del año donde las cosechas no ayudan mucho. Las reservas internacionales brutas cerraron la semana en U$S 21.504 millones, aunque las netas acumulan un saldo negativo cercano a los U$S 10.000 millones. Sea el próximo presidente Javier Milei o Sergio Massa, la economía exige medidas urgentes en diferentes frentes. La campaña 365x24x7 profundizó el deterioro de variables clave en la economía, y que requieren un sinceramiento cuanto antes.
Uno de los frentes que exige soluciones de forma apremiante es el cambiario, advierte GMA_Capital. En el último año se llevó adelante una serie de parches, sin modificar notablemente dólar oficial: distintas ediciones de dólar soja, que luego se extendieron a más bienes hasta concluir en el “dólar exportador”, que acapara a todas las ventas al exterior y finaliza en la previa al balotaje. No obstante, si observamos la película del último año, las alquimias no lograron revertir en el margen el derrotero de las reservas que, afectadas también por la sequía, alcanzaron un mínimo en más de 20 años.
El miércoles pasado, el BCRA marcó el regreso del crawling peg, un sistema permite realizar ajustes graduales del tipo de cambio, al 3% mensual.
¿Este nuevo modus operandi sobre la marcha del precio más importante de la economía es suficiente para revertir el atraso cambiario? A criterio de GMA no será suficiente porque el legado de los últimos meses es complejo.
Basta con observar que luego del salto cambiario de 20% después de las PASO, la mejora temporal de la competitividad fue diluida en tan solo 46 días. Es decir, explica el economista Nery Persichini, el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) volvió al valor del viernes 11 de agosto en un mes y medio. “Este comportamiento de acelerado pass through es común en economías con alta inflación y que carecen de anclas para las expectativas”, apunta el analista. Con esto en mente, ¿a qué valor llegaría el precio mayorista de la divisa al cambio de mando del 10 de diciembre asumiendo la nueva regla de crawling del 3% mensual? Considerando la inflación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Central, el tipo de cambio real se apreciaría casi un 7%. En otros términos, a valores de hoy, la cotización oficial sería de $ 329, llegando al valor más bajo desde diciembre de 2015, antes de la unificación cambiaria.
Ahora bien, en esta coyuntura, regresar al nivel de competitividad del lunes postPASO requeriría un salto cambiario real de 45%. Por lo tanto, el nuevo ritmo de crawling peg parece llegar tarde y no ser suficiente.
Si bien el esquema actual de tipos de cambio múltiples, brecha cambiaria extraordinariamente alta y deterioro de reservas netas es insostenible, vale tener en cuenta lo que acarrea un sinceramiento cambiario. Según GMA_Capital, tal como demostró la experiencia postPASO, una devaluación sin un plan fiscal consistente que ayude a anclar expectativas se traduce “uno a uno” en un aumento de precios, sin poder aprovechar las mejoras en materia de competitividad. Pero, además, hay que considerar los pasivos que tiene el Estado consolidado (Tesoro + BCRA) atados al dólar oficial. Al analizar la dinámica de los futuros, un elevado interés abierto implica, en este contexto, que el Banco Central aumentó su posición vendida. Los últimos datos oficiales exponen que hacia finales de septiembre estaba vendido en futuros por U$S 1.200 millones. No obstante, el rezago de los datos oficiales le quita cierta relevancia. Hacia fines de octubre, acota la consultora, se vio un fuerte aumento en el interés abierto, que alcanzó casi U$S 8.000 millones, y que luego cedió finalizado ese mes.
La dinámica de esta partida con respecto al mes anterior parece demostrar que el BCRA está menos expuesto a futuros. En suma, lo más relevante es que el 87% del interés abierto se concentra en los contratos de noviembre. Si hacia fines de mes el Banco Central desea no renovar su posición, los costos de una devaluación en diciembre serían mucho más bajos al menos desde esta óptica, considera GMA.
“Más allá de quién se imponga es las urnas, sí tenemos la certeza de que algo se termina, este esquema cambiario tiene los días contados. No por voluntad política, sino por el límite que la macroeconomía impone. En este sentido, salto discreto, desdoblamiento formal y otras alternativas pasarán inexorablemente a formar parte de la discusión de política económica de las próximas semanas”, exponen Persichini, Santiago Franco y Mateo Carrasco, los economistas que elaboraron el diagnóstico de GMA Capital.