Cuando viajamos, para que nuestra experiencia de alojamiento sea completa, no basta con degustar platos apetitosos si no existe una historia o un mensaje que los avale por detrás... Fieles a esta idea, cada año la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) organiza una competencia para medir las destrezas culinarias de sus miembros.
La buena noticia es que en esta séptima edición del Torneo Federal de Chefs, el primer premio se lo llevó un cocinero tucumano y más precisamente gracias a un menú “homenaje” dedicado a nuestra provincia.
A los 18, Nahuel Nieto decidió emigrar a Tierra del Fuego en busca de nuevas aventuras y lecciones de vida. Seducido por los sabores de la Patagonia, su camino profesional lo condujo luego hasta Ushuaia y por último a Buenos Aires. “Ahí fue cuando ingresé al mundo de la hotelería; pasé por varias cadenas de alojamientos y lugares hasta que finalmente llegué al Hilton Buenos Aires (CABA). Este premio es el resultado de ocho meses de intenso trabajo junto al equipo del hotel”, comenta en una entrevista con LA GACETA
El evento se desarrolló a comienzos de este mes en Mendoza y contó con la participación de 34 chefs de diferentes provincias, entre ellas, Córdoba, Chubut, Salta, Entre Ríos, Santa Fe y Río Negro. “El reglamento del certamen incluía usar productos que sean autóctonos o que estuvieran presentes en la región de cada chef. También era necesario contar con dos opciones principales y tres guarniciones (una de ellas acompañada por un grano o hidrato). En total, tuvimos dos horas para realizar el plato”, explica.
El jurado estuvo conformado por la empresaria gastronómica Narda Lepes, el consultor Martín Molteni y los chefs Agustín Kuran, Pablo Quiven, Alejandra Repetto y Ezequiel Pardo Argerich.
Un platillo cinco estrellas
En su menú (titulado “Mi Tucumán) Nahuel presentó un ojo de bife marinado con cenizas de chala en un croute (costra) de chicharrón, lemongrass y pistachos. Su segunda gran apuesta consistió en una corvina atlántica con merkén ahumado, farce de azafrán y eneldo fresco.
De acompañamiento, el profesional optó por una masa brisse de algarroba terrosa y textura de hongos, con un velo de hibiscus infusionado con muña muña. Sumado a un tomaticán hecho con tomates frescos, pimentón de Cachi y una emulsión de quesillo de cabra en una tuile (teja) de pan de campo.
“Además de los cítricos, para representar a la provincia quise hacer una humita. Mi versión consistió en un cremoso de maíz dulce, con decorados de papel de maíz traslucido y polvo de oro para que su color brille y se destaque aún más”, agrega.
Talento local
En lo que duró la competencia, el chef destacó el acompañamiento de su familia y la predisposición de la compañía hotelera. “La vajilla en la que presenté la comida fue fabricada por mi hermana Rocío, que es ceramista. También mi otra hermana, Micol, colaboró con las ilustraciones del menú y nuestro papá (el dibujante Miguel Nieto “Russo”) hizo la portada del archivo con las descripciones”, añade.
El premio constó de $ 1.000.000 en efectivo, un horno Rational y el pase directo a la clasificación nacional del Mundial de Cocina Bocuse d'Or.