Por Fabio Ladetto
16 Noviembre 2023
EL RESORTE. Francisco Martín, Gustavo Ludeña y Gustavo Rodríguez protagonizan “Lo que el agua se llevó”:
Desde hace una década, el Movimiento Artístico El Resorte desarrolla su actividad volcada al teatro infantil en Mendoza, bajo el concepto de abordar a ese público como cualquier otro, como “personas que entienden y comprenden, sin subestimarlos ni con la idea de tener que enseñarles nada”, explica Francisco Martín.
El actor protagoniza junto a Gustavo Ludeña y Gustavo Rodríguez la obra “Lo que el agua se llevó”, que se presentará hoy a las 16 con entrada gratis en la Sociedad Española de Socorros Mutuos y Beneficencia de Tafí Viejo (avenida Alem 418), bajo la dirección de Luli Battistini. La propuesta es parte del proyecto “El teatro nos une: Ciclo de circulación de obras”, del Ministerio de Cultura de la Nación, en colaboración con el Teatro Nacional Cervantes y el Instituto Nacional del Teatro.
“La estrenamos en 2016, con una dramaturgia mía. Surgió porque se vivió una revuelta con el cuidado del agua y su uso en la minería contaminante, que derivó en una ley en defensa del agua que intentaba regular la explotación. Tomamos la idea para hablar de ese recurso hídrico, pero lejos del panfleto político sino con la idea de la concentización”, detalla.
- ¿Hay un eje sobre las infancias pero con una temática abierta a todas las edades?
- Las nuevas generaciones están viendo teatro más que nunca. Hace 10 años no había tanta información ni acceso, por lo que es muy importante promulgar este tipo de acciones artísticas, con políticas de impulso a la actividad cultural. Los niños que van a jardines o a la primaria tienen un mayor acceso que antes a lo teatral favorecido desde el Estado, que generó espacios para que vaya a visitarte a su barrio, escuela o lugar donde vivís. Los adultos podemos volver a ser niños con el teatro, mezclados con la magia artística. En nuestro caso, los recursos y los chistes que empleamos funcionan para público de toda edad por su abanico de herramientas teatrales; todos disfrutan del espectáculo y se llevan una moraleja sobre el peligro de morirnos de sed en el futuro si el agua se acaba.
- ¿Cómo se desarrolla la obra?
- Son escenas cotidianas y fácilmente identificables con los personales, las situaciones diarias y con un guiño porque aparece el Emperador Cianuro que viene a robar el agua, para preguntarnos qué sería sin ella. Usamos coreografías, humor físico y verbal, títeres, folclore, comedia del arte y teatro de la máscara.
- ¿Cómo es la respuesta infantil?
- Los chicos saben que el agua es muy importante, y buscamos reforzar las herramientas de su cuidado. Todas nuestras obras tienen una mirada ambientalista, otras son sobre los residuos y reciclado, y sobre la convivencia, la amistad, cómo llevarse con la persona a tu lado de forma respetuosa. Es una mirada de cómo vivir en este mundo: estamos a tiempo de empezar a respetar a la naturaleza, y tenemos la posibilidad de hacerlo.
- ¿Cómo está funcionando el teatro en Mendoza?
- Hay muchos grupos y salas independientes, una gran vocación que se ve golpeada, vapuleada y difícil de sostener en contextos constantes de crisis y cambios económicos y sociales. Cuando hay políticas culturales que reivindican nuestro trabajo y nos posibilitan giras que nos permiten visitar Tucumán, es una responsabilidad gigante que atendemos con pasión y ganas. Al llevar nuestra propuesta a diferentes lugares, cumplimos con nuestro rol de contribuir a la concientización ambiental.
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