Massa-Milei: el riesgo de la victimización y el recuerdo del debate Bussi-Ortega

Massa-Milei: el riesgo de la victimización y el recuerdo del debate Bussi-Ortega

EN 1991. Bussi y Palito Ortega, cara a cara en la previa de la elección provincial; el programa fue conducido por Ariel Céliz. EN 1991. Bussi y "Palito" Ortega, cara a cara en la previa de la elección provincial; el programa fue conducido por Ariel Céliz.

¿Quién ganó? Los analistas advierten que es demasiado prematuro y relativo saber con exactitud si el último debate favoreció a Javier Milei o a Sergio Massa. Sin embargo, las especulaciones forman parte de las discusiones que por estas horas se dan entre los argentinos. Y en esas charlas informales, basadas más en lo emocional y en lo subjetivo que en lo científico, surgen ejemplos y paralelismos entre anteriores debates y el que protagonizaron los postulantes de Unión por la Patria y La Libertad Avanza. La primera gran duda pasa por saber con quién pueden haber sentido más empatía los televidentes. Con la solvencia y la postura agresiva de Massa o con la aparente debilidad y victimización de Milei, arrinconado en la primera parte del debate por el “sí o no” impuesto por su contrincante.

Ricardo Bussi, diputado electo y referente del libertario en Tucumán, considera que la “arrogancia” exhibida por el ministro de Economía puede jugarle en contra. Y recuerda lo que le sucedió a su padre, Antonio Bussi, en 1991. El 25 de agosto de ese año, a semanas de las elecciones provinciales, el fundador de Fuerza Republicana se cruzó con el justicialista Ramón “Palito” Ortega (Surgimiento Innovador) en el programa “Desafío”, que aún conduce Ariel Céliz. Tras el cierre del debate, hubo coincidencia en que Bussi se había comportado de manera agresiva frente al cantautor y que incluso había pretendido ridiculizarlo o poner en duda su capacidad para asumir la Gobernación. “Es evidente que Bussi pretende dejarme ante la gente como desubicado, como que no conozco en profundidad este tema”, dijo en uno de los tensos momentos “Palito”.

El martes siguiente al mano a mano entre Bussi y Ortega, el columnista Juan Manuel Asis sintetizaba en un “Panorama Tucumano” de LA GACETA: “Bussi apeló al discurso del continuismo y la inexperiencia para desacreditar a su oponente. Ortega recurrió a la calificación de autoritario y verticalista para contrarrestar”. “El debate no fue tal y el final fue decepcionante para quien esperó despejar dudas o quiso conocer con cierta profundidad las propuestas de los postulantes. Toda la discusión giró en torno a la metodología del debate y a tratar, cada uno, de demostrar la inexperiencia o el autoritarismo del otro”, añadió bajo el título “¿Son las opciones?”.

Ricardo Bussi, 32 años después, cree que su padre equivocó la estrategia. “Mi padre fue solo al debate y Ortega fue con todo su gabinete. Fue tan apabullante la paliza que le pegó mi padre a Ortega que terminó ganando ‘Palito’. La gente se inclina por el más débil, por acompañar a aquellas personas que muestran más limitaciones que aquel soberbio o ‘maestra ciruela’”, reflexionó. Y trazó un paralelismo con lo que vio el domingo. “Aquí hay mucho de parecido, Massa se mostró arrogante, típico porteño, tratando de imponer el diálogo. Mientras que Milei pareció un hombre acorralado, sobre todo en el primer segmento del debate”, consideró.

El legislador de FR dijo que el domingo Massa demostró que es un político avezado, “pero un verdadero impostor”. “Fue un político contra un hombre de a pie, gente nueva. A pesar de todo, de los nervios, y de que se haya dejado arrinconar por momentos debido a su inexperiencia, Milei puede salir fortalecido”, conjeturó. También dijo que el libertario se mostró demasiado “controlado” en su personalidad, sin la “frescura” que lo caracteriza. “Es lógico, necesita conseguir un 20% más de los votos, necesita pescar en otras peceras y por eso se le tapó un poco la boca y contenido su ímpetu”, completó. A modo de anhelo, dejó una conclusión: “A mí padre le salió el tiro por la culata, espero que aquí ocurra lo mismo”.

Pablo Yedlin, senador nacional por el PJ y diputado electo, tiene la sensación de que el debate demostró de que Milei no está preparado para conducir el país. “En el debate presidencial fue tan evidente la solvencia de Massa frente a la improvisación de Milei que a quienes no decidieron su voto, más que votar ahora por el más débil, debería causarle espanto que lleguemos a tener un presidente de la nación tan irresponsable, agresivo y poco idóneo para ese cargo como Milei”, remarcó.

Céliz también encuentra similitudes con lo acontecido este domingo. “En aquel momento, buena parte de los argentinos estuvieron pendientes de dicho encuentro porque había una proyección nacional de la derecha. Carlos Menem con todo su gabinete siguió en directo las alternativas del debate desde la Quinta de Olivos”, recordó.

“Durante el desarrollo del debate Bussi demostró conocimiento y capacidad, al mismo tiempo que un cierto exceso en la sobrevaloración de sus cualidades, con formas no muy prolijas ni convencionales en su exposición. Ortega por su parte hizo de sus debilidades y falencias una virtud a tener en cuenta, en función de tratar de resaltar aspectos como la sencillez, la humildad, el tono de voz medido y el cuidado de su imagen en cada una de sus intervenciones”, analizó. “Dio la sensación de que al debate lo había ganado Bussi, aunque también fue definido como muy arrogante en algunos aspectos, como así también irascible en otros”, amplió. Con el correr de los años, Céliz concluyó que Ortega se vio favorecido por esa situación: “Le permitió achicar la amplia diferencia que hasta ese momento ostentaba Bussi y convertirse en gobernador”.

Aunque los protagonistas de aquel cruce y los del último cara a cara son muy diferentes y en contextos totalmente disímiles, las dudas respecto del impacto del debate sí forman parte hoy de los análisis que realizan en los colaboradores de Milei y de Massa. De hecho, aún queda flotando el misterio respecto de por qué el candidato oficialista cambió radicalmente su postura en el segundo segmento: de acorralar al libertario en el primer bloque pasó a una posición más defensiva en el último tramo. En el oficialismo deslizan que hubo un llamado clave en el intervalo desde el búnker al estudio montado en la UBA. En paralelo al desarrollo del debate, el massismo habría organizado un focus group para conocer en vivo las sensaciones de ciudadanos elegidos aleatoriamente, y las primeras advertencias que habrían formulado los estrategas de UxP habrían sido, justamente, que no era conveniente convertir a Milei en “víctima”.

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