Es la quinta, pero podría haber sido la primera. Vuelve “Los juegos del hambre”, luego de ocho años después de la última entrega y esta vez con las acciones instaladas en formato de precuela de las historias ya conocidas por sus fanáticos de las primeras películas, y con el agregado como subtítulo “Balada de pájaros cantores y serpiente”.
La producción llega hoy en preestreno a las salas de todo el país, con la dirección de Francis Lawrence (salvo la primera entrega, fue el responsable de todas las restantes) y las actuaciones de un elenco coral de primer nivel con Tom Blyth, Viola Davis, Rachel Zegler, Josh Andrés Rivera, Hunter Schafer, Jason Schwartzman, Burn Gorman y Peter Dinklage. Es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de la escritora estadounidense Suzanne Collins, lanzada en 2020, con el guión de Michael Arndt y Michael Lesslie, especialistas en el traspaso de una historia literaria pensada para adolescentes (uno de los segmentos más redituables en el mundo de la edición de libros) a la pantalla grande del gran espectáculo cinematográfico.
Ambientada en un Panem posapocalíptico, el guión nos hace retroceder más de seis décadas antes del comienzo de las ya difundidas aventuras de Katniss Everdeen. Esta película tiene a Coriolanus Snow como protagonista, pero con apenas 18 años y mucho antes de convertirse en el conocido tirano. El joven es atractivo y encantador y aunque la familia Snow pasa tiempos difíciles y ha perdido buen parte de su influencia, ve la oportunidad de un cambio en su fortuna cuando es elegido como mentor de los 10° Juegos del Hambre. El destino de su casa depende de que consiga superar a sus compañeros en ingenio, estrategia y encanto.
Pero en la mañana de la cosecha para lanzar el evento, su euforia se desvanece cuando es asignado como mentor de una niña del empobrecido Distrito 12. Ahora, sus futuros estarán irremediablemente unidos, pero puede ser para bien: cuando Lucy Gray Baird, la pupila, atrae toda la atención de Panem cantando desafiante durante la ceremonia de cosecha, Snow piensa que podría ser capaz de cambiar las probabilidades a su favor. Uniendo sus instintos para el espectáculo y su nueva sabiduría política, Snow y Lucy Gray -en su carrera contrarreloj para sobrevivir- finalmente revelarán quién es un pájaro cantor y quién es una serpiente.
Como dice uno de los afiches promocionales del filme, “todos luchamos por algo”, el núcleo de la trama gira alrededor de ese despertar de Coriolanus como un líder y en las ambiciones que lo llevaron a ser despótico en medio de un mundo devastado, donde morir o vivir tiene poco significado para quienes manejan los destinos de la gente en una sociedad quebrada entre quienes disfrutan de todo lo que desean y aquellos que no tienen nada. Pero en la historia no debe leerse una crítica al capitalismo salvaje ni un alegato en contra de las políticas neoloberales propias del “sálvese quien pueda”. Lejos del cuestionamiento, las sucesivas películas discurren como un simple divertimento con sus dosis ajustadas de sangre, crueldad y acción que entretenga sin horrorizar a nadie en las plateas. Los intentos revolucionarios de cambiar las cosas sirven de catarsis en el público, que sencillamente se cansa de quienes son malvados por naturaleza, impúdicos en sus ambiciones políticas frente a quienes solo desean sobrevivir.
Muchos extrañarán al personaje interpretado por Jennifer Lawrence, la gran ausente y que todo indica que no volverá a la saga, cuya continuidad se descuenta. Su reemplazo como protagónico femenino en manos de Zegler puede implicar el inicio de un nuevo ciclo, ahora protagonizado por la actriz que antes se lució en “West Side Story” y “Shazam: La furia de los dioses”. La productora Nina Jacobson le dijo a Yahoo Entertainment que entendía que “la historia de Katniss estaba completa”. Pero eso sólo se sabrá con el tiempo. Hoy es tiempo de disfrutar de un relato de aventuras que siempre resulta atractivo para el gran público y con un asombroso despliegue visual en escenografía y vestuarios de primer nivel, como ya acostumbró la saga.
La saga completa
El comienzo
La primera “Los juegos del hambre” se lanzó en 2012. La nación de Panem está dividida en 12 distritos, gobernados desde el Capitolio. Como castigo por una revuelta fallida, cada distrito se ve obligado a seleccionar cada año a un chico y a una chica de entre 12 a 18 años para competir a muerte hasta que sólo uno sobreviva. Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) se ofrece como voluntaria para ocupar el lugar de su hermana menor Primrose, y comienza su entrenamiento que la llevará a ser una de las mejores de la competencia en la alianza con Peeta, pese a que otros tienen más preparación y experiencia.
La segunda
Al año siguiente llegó “En llamas”, que implicó el debut de Francis Lawrence como director de la saga. Katniss y Peeta vuelven a ser los protagonistas: han sobrevivido pero al Capitolio no le gustó lo que hicieron el año anterior, y deberán volver a la arena en una edición especial de los juegos del hambre, que se celebra cada 25 años.
En dos partes
La tercera y la cuarta películas llevan la misma denominación, “Sinsajo”, dividida en dos entregas por la extensión de la trama. La primera parte se conoció en 2014, con Katniss como referente de la exitosa rebelión contra el gobierno opresor, pero atravesada por conflictos y contradicciones, agravadas por la ausencia de Peeta. Está en el Distrito 13, una zona independiente aislada del resto de Panem, que conduce la presidenta Alma Coin, líder de los insurrectos, mientras que ella se transforma en el símbolo máximo del levantamiento.
Rescate y crisis
Hasta hoy, la última película contaba el rescate de Peeta de manos de los tiranos, aunque con secuelas que lo llevan a confrontar con Katniss. La única salida que encuentran los revolucionarios es hacer un ataque final contra el Capitolio y matar al presidente Snow. Es lo más ambicioso y necesitan los mejores, más experimentados y más decididos luchadores: ya saben quién irá al frente, en su última y definitiva batalla.