El primer tiempo fue discreto. Apagado. Con muy pocas ocasiones para ambos lados. En los primeros minutos, la “lepra” entró decidido a dar el primer golpe y sentenciar la historia. El control del balón y la actitud ofensiva del tridente conformado por Jorge Recalde, Cristian Ferreira y Guillermo Balzi parecían llevarse por delante a la defensa “xeneize”. Es más, tenían acorralado a un Boca que no encontraba soluciones para romper con la jaula rosarina.
Poco a poco, las piezas de Mariano Herrón empezaron a acomodarse y eso llevó a que el equipo se adelante; 15 minutos tardó para que Advíncula, en una de sus trepadas por el carril derecho, genere la primera ocasión de peligro.
No obstante, la banda izquierda iba a ser la más explotada, gracias a las subidas de Valentín Barco. Sin embargo, la falta de generación de juego hacía que los ataques carezcan de la profundidad necesaria para generar peligro.
Las ocasiones más cercanas al arco defendido por Lucas Hoyos fueron consecuencia del juego aéreo. Primero, un córner ejecutado por “Colo” terminó en la cabeza de “Pol” Fernández que tuvo una definición tímida de cara a los tres palos; todo lo contrario a Edinson Cavani. El delantero interceptó un centro de lanzado por su compatriota Marcelo Saracchi y con gran vehemencia definió de cara al arco “leproso”. Pero, los reflejos del ex arquero de San Martín mantuvieron las tablas en el marcador.
Sergio Romero también tuvo su gran intervención. Un centro-arco de Leonel Vangioni hizo lucir al “Chiquito” que mostró sus destrezas bajos los tres palos.
En el complemento, Boca comenzó una intensa búsqueda del gol que lo deje con vida de cara a la clasificación del máximo torneo continental. Así, un centro de Saracchi, cayó en la cabeza de Ezequiel Bullaude y que le dejó en bandeja el gol a Jabes Saralegui, que no tuvo la contundencia suficiente para romper el cero.
Las salidas de Cavani, Cristian Medina y Barco parecían descompensar al “xeneize”. Dario Benedetto (que entró en lugar del uruguayo) no pudo hacer pie y no tuvo ninguna clara de cara a los tres palos; en tanto, Lucas Janson no contó con el desequilibrio que habitualmente muestra ingresando como recambio. Esta situación llevó a que Newell´s se crezca y ponga toda la carne en el asador para llevarse los tres puntos de Buenos Aires. Con gran velocidad, Francisco González y Guillermo May pusieron en aprietos a la zaga central de Nicolás Figal y Nicolás Valentini.
Pero cuando parecía ser el peor momento de Boca, aparecieron los milagros en “La Bombonera”. Una barrida de Guillermo Balzi a Miguel Merentiel dentro del área le dio un penal que inclinaría la balanza. Desde los 12 pasos, la “Bestia” respiró y puso el 1 a 0. La euforia de los presentes se desató al gritar la decimoquinta conquista del uruguayo vistiendo la azul y oro.
Así, después de varias semanas grises en La Boca, volvió a salir el sol. El “xeneize” se reencontró con la victoria después de cinco partidos (la última vez había sido frente a Unión en la fecha 9). Un triunfo que da aire, pero que no conforma ni tranquiliza. Herrón respira, sabe que todavía quedan “vidas” para lograr el objetivo. Pero, debe encontrar el funcionamiento necesario. De lo contrario, se quedará sin el premio mayor.