Avenida Solano Vera, la más caótica de Yerba Buena

Avenida Solano Vera, la más caótica de Yerba Buena

Soporta un número cada vez mayor de vehículos que transitan por allí. Los vecinos dicen que es desesperante y agobiante. Faltan semáforos y ensanchar un tramo de la arteria. Cruzar de a pie, un riesgo constante.

DESBORDADA. A toda hora, el flujo vehicular es incesante en la  Solano Vera y eso irrita a los conductores.  LA GACETA / FOTOs DE JOSé NUNO DESBORDADA. A toda hora, el flujo vehicular es incesante en la Solano Vera y eso irrita a los conductores. LA GACETA / FOTOs DE JOSé NUNO

Benjamín Vera tiene recuerdos muy presentes de algo que le encantaba hacer cuando era niño. Iba caminando varias cuadras por la avenida Solano Vera hasta la casa de su abuelo, Simón Alberto Vera. Charlaba durante horas con él. Ambos compartían la pasión por la historia y el orgullo de llevar los genes de una familia que marcó los inicios de Yerba Buena.

“En esos tiempos era una avenida que se podía disfrutar mucho”, recuerda Benjamín, que en la actualidad tiene 24 años y que vive a pocos metros de la Solano Vera, por calle Las Lanzas. “Antes era mucho más tranquila; es impresionante como en menos de una década se transformó esta zona; ahora ya es toda una ciudad. El tránsito es el mayor problema. La avenida nunca estuvo pensada para tanta densidad de gente”, opina el joven, que atesora todos los archivos de su abuelo Simón, quien fue la sexta generación de los Vera en esa zona y dedicó su vida a escribir la historia de la familia.

Crecimiento desmedido

Es la más desordenada, la más desesperante, la que más atención necesita. Así describen los vecinos y hasta los propios funcionarios a la avenida Solano Vera. Ubicada al sur de Yerba Buena, esta arteria ha sentido un gran impacto por el crecimiento desmedido de la ciudad hacia ese sector y de las localidades aledañas. Cada día, miles de residentes usan ese camino para ir a sus casas.

Yerba Buena está entre los municipios que más crecieron. Según el último censo 2022, la ciudad jardín tiene el 35,6% más de población que en 2010. Y sumó el 55% más de viviendas. Esa explosión demográfica y del mercado inmobiliario ha hecho que la infraestructura pública sea insuficiente. Y un claro ejemplo se ve en la Solano Vera. Además de las personas que viven sobre la avenida, se han sumado los barrios cerrados y countries que se fueron construyendo en calles paralelas y perpendiculares.

La avenida también se desbordada por el aumento exponencial de viviendas en San Pablo, El Manantial y Lules. Aunque son barrios de otras localidades, sus habitantes acuden a los comercios, bancos, supermercados, cafés, colegios y demás servicios que tiene la “Ciudad Jardín”.

“Es la avenida más caótica de la ciudad, sin dudas”, reconoce Miguel, un inspector de tránsito que intenta poner un poco de orden en la arteria. Para él, el problema es que hay demasiado tráfico y que la gente va siempre apurada y no respeta las normas.

Los colectivos que transitan incesantemente. Van y vienen camiones con materiales de construcción. Autos particulares a toda hora. Y las motos; cada día se suman más y más de estos vehículos circulando por el asfalto, según los vecinos. A esa mezcla de tránsito, se suman los carros tracción a sangre, que no han desparecido del paisaje de la avenida.

“Este es un lugar cada vez más agobiante”, sostiene Isabel Lucero, vecina de la zona desde hace 25 años. “Hay que hacer malabares para cruzar; es un peligro. Se ven accidentes casi a diario. Ni habla del tema de las veredas; es un desastre”, añade.

Desde su auto estacionado en la avenida al 100, Manuel Vargas, taxista, sostiene que el problema son los giros a la izquierda y que faltan semáforos para ordenar el tránsito. De fondo, hay otra cuestión, según sostiene: “no hay calles en buen estado que puedan servir como alternativa para la gran cantidad de gente que usa esta arteria”.

Más problemas

El asfalto desmejorado en algunos sectores es otro de los reclamos de quienes circulan por la Solano Vera, que empieza en la intersección con la avenida Aconquija y que se prolonga unas 12 cuadras hacia el sur, hasta el Camino de Sirga. Desde ahí, continúa por las localidades de El Manantial y San Pablo.

“Otro tema caótico es la numeración de la avenida después de la plaza Vieja. Deberían ordenar mejor, ya que en tres cuadras los comercios tienen numeración 1.000”, remarca Renata Cardozo, que atiende un drugstore.

Para ella, al igual que para muchos vecinos consultados, sin dudas urge ensanchar la avenida después de la Plaza Vieja. Desde allí en adelante, la avenida tiene un solo carril de cada lado, lo cual resulta insuficiente para el gran caudal de vehículos que circulan. Aunque en el primer kilómetro hay dos generosos carriles por mano, sólo uno es usado para circular, debido a que en los otros está permitido el estacionamiento.

La gran actividad comercial que tiene la avenida es también una de las explicaciones de esta situación. Hay todo tipo de negocios: quioscos, almacenes, mercerías, librerías, zapaterías, panaderías, gomerías, veterinarias, verdulerías y hasta supermercados. A cualquier hora, es común ver personas que van en su rodado y bajan a hacer las compras.

“Igualmente no es fácil conseguir estacionamiento. Es la ley del más fuerte: del que consigue pasar primero, del que puede doblar. No faltan los bocinazos y los gritos. En los últimos años sumaron semáforos (hay cuatro complejos en total) y pusieron varitas en algunas esquinas. Eso ayuda, mientras ellos están porque tampoco es que están todo el tiempo”, sostiene Bernardo Sosa, de un taller de autos.

DESBORDADA. A toda hora, el flujo vehicular es incesante en la  Solano Vera y eso irrita a los conductores.  LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO DESBORDADA. A toda hora, el flujo vehicular es incesante en la Solano Vera y eso irrita a los conductores. LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO

Para él, las esquinas más peligrosas son: La Paz, Mendoza y Las Lanzas. Salir de esas calles hacia Solano Vera, según cuenta, es una tarea muy difícil. Para ejemplificar, cuenta que hace unos días presenció un accidente sobre la avenida: chocaron una moto y un auto. Los dos querían pasar primero para doblar, algo que se repite a diario en la caótica Solano Vera.

Un poco de historia...

Quién fue Solano Vera

La zona de la Plaza Vieja fue una de las primeras manifestaciones de tipo urbano que tuvo Yerba Buena. Promediando el año 1893,  un grupo de vecinos, entre los que se destacó Solano Vera, hizo efectiva la donación de terrenos para la realización de una plaza, calles públicas, iglesia, comisaría, casa de justicia y escuela.

Según cuenta Benjamín Vera, descendiente de Solano Vera, frente a la Plaza Vieja, donde vivía don Solano, funcionó hace muchos años el Regimiento de Caballería que él comandaba. Don Solano estuvo en combates, dirigió el Escuadrón de Regimiento, fue juez departamental y tuvo iniciativas destacables, como por ejemplo impulsar la creación de la primera escuela pública gratuita. ¿Qué se siente llevar el apellido de quien fuera un personaje destacado en la historia de Yerba Buena?, le preguntamos a Benjamín. “Uno siente varias cosas a la vez. Es orgullo, responsabilidad y sobre todo admiración. La vida en esa época no era nada fácil; y aún así lograron grandes cosas”, resalta. El joven aprendió mucho de su abuelo, Simón Alberto Vera, que había nacido en 1926 en Yerba Buena y era la sexta generación de los Vera en la zona. “Fue historiador y lamentablemente no pudo concluir su libro por culpa de la ceguera. Ahora estoy digitalizando su obra, que cubre hechos históricos desde 1600 hasta 1922”, cuenta. Y da detalles de una entrevista que le hicieron a su abuelo hace unos 20 años, en la cual él manifestaba que le gustaba todo de Yerba Buena. “Esto es un paraíso”, dijo. Mencionó a la Rinconada como su lugar favorito. Ya esos años (en el 2000) renegaba por las transformaciones que se estaban experimentando. “¿Qué opina de los cambios en la última década?”, le preguntaron. El respondió: “los cambios me cayeron mal porque no fueron progresivos. Uno no puede desarmar una casa para armar otra. Lo correcto es construir una mejor y luego mudarse”. Y pedía a los vecinos de Yerba Buena que cuiden la ecología.

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