Así como en la política los escenarios son cambiantes, de la misma manera reacciona la economía. Lo que antes fue un triunfo sin discusión, ahora se convierte en un empate técnico, porque la opción presidencial se ha simplificado a dos nombres: Sergio Massa, por el lado de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza. Pese a la ventaja de siete puntos que obtuvo en las elecciones generales el candidato oficialista, las recientes encuestas muestran un escenario de importante paridad, con una mínima ventaja a favor del candidato libertario. No obstante, el número de indecisos es realmente considerable, y la diferencia de un candidato por sobre otro no permite sacar conclusiones claras.
En definitiva, las chances de cada candidato son 50/50. Si bien Milei muestra una leve ventaja en los relevamientos, se encuentra ante un candidato que posee una estructura mucho más definida, con gobernadores e intendentes a lo largo y ancho del país. El debate de este domingo puede tener cierto peso entre los votantes indecisos.
La economía, en ese contexto, también tendrá un peso relativo. Esta semana se publicará el último dato macroeconómico de relevancia antes de los comicios, correspondiente a la inflación de octubre. De acuerdo con varios relevamientos, es muy probable que este guarismo se ubique por debajo de los dos dígitos. Sin embargo, hay argumentos para sostener que no responde a un proceso de desaceleración sostenida. En el cierre de 2023 se observa una nominalidad en ascenso. Además del dato del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el Banco Central dará a conocer este lunes su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en base a datos de analistas y consultoras.
¿Qué podemos esperar de la variación de precios de octubre? Según GMA Capital, las mediciones realizadas por consultoras privadas, y el relevamiento realizado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dan un indicio de la tendencia a salir de los dos dígitos, con una mediana del 9,6%. Una variación mensual en torno a ese porcentaje supondría el cuarto mayor guarismo de los últimos treinta años, solo superado por los dos meses previos y por abril de 2002
Mientras tanto, el candidato oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa, dio algunas definiciones acerca del trayecto futuro del dólar oficial, mientras el peso ya acumula una apreciación de 38% desde la devaluación de agosto y el tipo de cambio real se encuentra en su nivel más bajo desde 2017. Por su parte, y contrariamente a lo que suele suceder en los procesos electorales, desde los comicios del 22 de octubre el dólar “contado con liqui” (CCL) viene transitando jornadas de relativa calma.
Según los economistas Nery Persichini y Santiago Franco, el nuevo esquema cambiario comúnmente denominado “dólar exportador” probablemente tenga efectos en la nominalidad local. Y es que, al liquidar el 30% a un valor mayor (a través del dólar CCL) esto puede tener efectos en los precios. “De cara a los próximos meses el panorama no parece despejarse. En octubre la emisión para la recompra de deuda habría rondado $ 550.000 millones, y otros $ 650.000 millones vinculados al ejercicio de puts en manos de bancos”, alertan. Además, no solo producto del nuevo “Plan Platita” sino también a causa del componente estacional del gasto público, hacia finales del año probablemente veamos a un Tesoro con mayor necesidad de recurrir al Banco Central para cerrar su brecha entre ingresos y gastos. En suma, la próxima gestión deberá llevar a cabo ajustes de precios relativos, que aseguran una aceleración de la inflación, al menos al comienzo del nuevo Gobierno.
La dolarización de carteras suele ser un fenómeno recurrente en la previa a definiciones electorales. Gran parte de la relativa calma que tuvo el mercado parecería explicarse por una menor probabilidad de dolarización desordenada de la economía. Ya sea por las menores chances de Milei, o por la necesidad del candidato libertario de moderarse en su discurso. En la última jornada hubo una leve corrección al alza y el “contado con liqui” cerró $ 869, justo un desvío por encima del CCL promedio de la gestión actual (actualizado por inflación). Pese a la reciente suba, todavía se encuentra 2% del nivel vigente hace una semana. De todas maneras, el mercado está en modo “ver para creer”, tanto por un un acercamiento a la ortodoxia en el discurso de Massa como por la dolarización que propone Milei, de la que el mercado duda de que pueda ejecutarse.