Jaldo poda el Presupuesto 2024 que dejó Manzur

La reformulación del organigrama del Poder Ejecutivo ha causado contratiempos. Uno de los mayores escollos que debe afrontar la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo pasa por la elaboración del Cálculo de Gastos y de Ingresos para 2024. Dos días antes del recambio institucional, el ex mandatario Juan Manzur giró a la Legislatura la iniciativa del Presupuesto del año que viene que contemplaba un nivel de erogaciones por encima de $ 1,8 billón, una expansión del 60% respecto del ejercicio vigente. Al día después de jugar como gobernador, Jaldo le pidió al nuevo presidente de la Legislatura, Miguel Acevedo, la devolución del proyecto para adecuarlo a la nueva realidad de la gestión, con 50 áreas menos en la órbita del Poder Ejecutivo, además de una serie de acciones tendientes a eliminar el gasto considerado superfluo.

En lo que resta de la semana, el equipo del Ministerio de Economía, que dirige Daniel Abad, terminará de diseñar el nuevo proyecto que, en los primeros días de la semana que viene podría ser remitido otra vez a la Cámara. La nueva administración encendió las luces de alerta por el impacto de algunas medidas adoptadas por la Nación respecto de dos impuestos coparticipables: Ganancias y el IVA. En el primer caso, la primera proyección de Economía es que, de mantenerse en el estado actual de situación, la suba del mínimo imponible de Ganancias le significarán a Tucumán una pérdida de ingresos mensuales de entre unos $ 4.500 millones y $ 5.000 millones mensuales. Abad tiene previsto viajar la otra semana a Buenos Aires, con el fin de establecer cuál será la compensación que el Gobierno nacional está dispuesta a dar para evitar una caída de las transferencias por ese impuestos. Respecto de la devolución del IVA, hasta ahora no hay una estimación certera sobre el impacto en el giro de dinero nacional, pero no será tan profundo como el de Ganancias.

El proyecto de Presupuesto Nacional para 2024 contempla transferencias coparticipables para Tucumán en el orden de los $ 1,2 billón. Con ese criterio, la Dirección General de Rentas tendrá que hacer un esfuerzo fiscal para recaudar no menos de $ 350.000 millones durante todo el año que viene, de tal manera de garantizar un equilibrio en las cuentas públicas.

El Ministerio de Economía está próximo a anunciar una reforma integral de los tributos, en un régimen que contemplará, entre otros beneficios, un plan de facilidades de pago diferente al que se viene otorgando en los últimos años, que le permitirá a pequeños, medianos y grandes contribuyentes ponerse al día con las posiciones. Asimismo, con ese esquema el Poder Ejecutivo intentará recuperar gran parte de la deuda histórica que las industrias, particularmente, arrastran desde hace años. Eso implicará una mejora en el nivel de ingresos para atender las erogaciones corrientes del Estado.

En Economía sostienen que la premisa para la confección del Cálculo de Gastos y de Ingresos para 2024 ha sido la austeridad, tal como lo ha manifestado Jaldo antes, durante y después de haberse convertido en gobernador. No habrá restricciones para los tres servicios esenciales. El mandatario dio la orden de que no se toquen las partidas destinadas a cubrir las necesidades en materia de salud, de educación y de seguridad.

Sueldos y obras

Párrafo aparte constituye el Gasto en Personal. En la iniciativa enviada el 27 de octubre por Manzur a la Legislatura se contemplaba que las erogaciones en salarios de los casi 110.000 agentes estatales se llevaban alrededor del 48% del presupuesto. Con las modificaciones que introducirá el actual gobernador es probable que el peso de los salarios estatales esté por encima del 53% del total de gastos de la provincia. La anualización de los incrementos otorgados este año llevarán a que la planilla salarial de 2024 promedie los $ 50.000 millones mensuales, sin tomar en cuenta las negociaciones paritarias. Los gremios que representan a los agentes públicos vienen reclamando a las autoridades que los incrementos en las remuneraciones acompañen la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que este año puede cerrar por encima del 160%, de acuerdo con las estimaciones de las consultoras privadas.

Frente a estas obligaciones, habrá poco margen de maniobra para que Jaldo impulse un plan de obras públicas con financiamiento local. En gran medida, esos trabajos dependerán de la voluntad y de la disponibilidad de recursos con lo que cuente la Casa Rosada para redistribuir entre las 24 jurisdicciones subnacionales, incluyendo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El proyecto de Presupuesto Nacional para 2024, girado por la Casa Rosada al Congreso a mediados de septiembre, establece que el 2,12% de las partidas que la Nación destinará para Tucumán el año que viene irán al plan de trabajos públicos, lo que muestra la austeridad que la gestión nacional ha puesto en esta área esencial para la generación de puestos laborales. La iniciativa federal contempla una inversión puntual de casi $ 29.700 millones, una cifra apenas superior a los $ 25.200 millones que se prevén ejecutar en este 2023, en un marco de elevada inflación y de redeterminación periódica de valores. En este sentido, las autoridades provinciales acelerarán las negociaciones con el ministro de Economía para la inclusión de otros proyectos ejecutivos que requieran financiamiento nacional. En este sentido, sin embargo, también dependerá del resultado del balotaje. Un triunfo de Unión por la Patria puede garantizarle a Jaldo el giro automático de los fondos para concretar las obras, particularmente en caminos e infraestructura hídrica. Pero si gana el libertario Javier Milei, Jaldo dependerá de la voluntad del nuevo mandatario nacional y también de la negociación colectiva que encaren los gobernadores peronistas si el país cambia de signo político a partir del 10 de diciembre.

Frente a esta volatilidad electoral, política, institucional y financiera, el gobernador tucumano ha puesto como objetivo achicar al menos un 16% las partidas calculadas por Manzur en el proyecto devuelto por la Cámara. Si eso es así, la Provincia tendrá que buscar la manera de achicar unos $ 300.000 millones a los gastos estimados para 2024.