Minutos restan nada más para que Boca y Fluminense comiencen a disputar la final de la Copa Libertadores, en el Maracaná. El “xeneize” buscará el séptimo título en la competencia, en un estadio donde los antecedentes no son los mejores.
En total, Boca visitó el Maracaná, de manera oficial, sólo en cuatro oportunidades. De esos cuatro partidos, el conjunto de La Ribera sólo pudo ganar uno: 2-0 a Flamengo, en la Copa Mercosur de 1998, por la fase de grupos.
Las otras tres ocasiones terminaron con derrota para el “xeneize”. El primer partido fue la ida de la final de la Libertadores de 1963, ante el Santos; el “Peixe” ganó por 3-2, y luego se consagraría campeón en La Bombonera, al imponerse por 2-1. El segundo cotejo, disputado en 1991, fue la ida de los cuartos de final de la Libertadores de 1991; allí, el Flamengo se impuso 2-1, aunque Boca daría vuelta la serie, al ganar 3-0 en Argentina.
La última visita del equipo dirigido por Jorge Almirón al Maracaná fue en 2008, justamente ante su rival de hoy, el Fluminense. Tras haber empatado 2-2 en La Bombonera el partido de ida de las semifinales, Boca cayó por 3-1 ante el tricolor, y se despidió del certamen, que terminaría ganando Liga de Quito.
No habrá pantallas gigantes en Copacabana
Los fanáticos “xeneizes” que viajaron a Brasil sin entrada, para la final de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca en el Maracaná, se quedaron sin espacio común para concentrarse. Es que, finalmente, el Sambódromo no recibirá a los miles de argentinos que coparon Rio de Janeiro.
En los días previos al partido, Eduardo Paes, alcalde de Rio, había anticipado que se estaba preparando el Terreirao de Samba, al lado del Sambódromo, para que los fanáticos boquenses siguieran el cotejo. El Sambódromo iba a funcionar como estacionamiento de los colectivos que trasladaron a la hinchada “xeneize”, y en el Terreirao se pretendía instalar pantallas gigantes.
Sin embargo, los argentinos deberán buscar otras alternativas. Es que el gobierno de Rio decidió dar marcha atrás, y no habrá concentración en el Sambódromo. ¿La razón? Está a sólo dos kilómetros de la plaza central Cinelandia, donde la intendencia de Rio le cedió el espacio público a Fluminense para que sus hinchas sigan el partido en una pantalla gigante.
Una de las posibilidades para los hinchas “xeneizes” es juntarse en el Puesto 2 de la playa de Copacabana, donde se realizó el masivo banderazo ayer. Sin embargo, todo terminará siendo improvisación de los argentinos.