Los fanáticos “xeneizes” que viajaron a Brasil sin entrada, para la final de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca en el Maracaná, se quedaron sin espacio común para concentrarse. Es que, finalmente, el Sambódromo no recibirá a los miles de argentinos que coparon Rio de Janeiro.
En los días previos al partido, Eduardo Paes, alcalde de Rio, había anticipado que se estaba preparando el Terreirao de Samba, al lado del Sambódromo, para que los fanáticos boquenses siguieran el cotejo. El Sambódromo iba a funcionar como estacionamiento de los colectivos que trasladaron a la hinchada “xeneize”, y en el Terreirao se pretendía instalar pantallas gigantes.
Sin embargo, los argentinos deberán buscar otras alternativas. Es que el gobierno de Rio decidió dar marcha atrás, y no habrá concentración en el Sambódromo. ¿La razón? Está a sólo dos kilómetros de la plaza central Cinelandia, donde la intendencia de Rio le cedió el espacio público a Fluminense para que sus hinchas sigan el partido en una pantalla gigante.
Una de las posibilidades para los hinchas “xeneizes” es juntarse en el Puesto 2 de la playa de Copacabana, donde se realizó el masivo banderazo ayer. Sin embargo, todo terminará siendo improvisación de los argentinos.
Gases lacrimógenos y corridas en la entrada al Maracaná
Los días previos a la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense estuvieron cargados de tensión, y de agresiones por parte de hinchas brasileños a fanáticos argentinos. La policía también participó, con represiones a los “xeneizes”, y esa imagen se repite en estos momentos, en la entrada del Maracaná.
Desde muy temprano, miles de fanáticos boquenses coparon los alrededores del mítico estadio de Rio de Janeiro, para poder ingresar y ocupar su lugar en la tribuna. Pero se encontraron, lamentablemente, con una respuesta policial totalmente desmedida.
El personal de seguridad brasileño, montado a caballo, reprimió a un grupo importante de argentinos, disparando balas de goma, y arrojando gases lacrimógenos. Incluso, según los distintos videos que se difundieron, los efectivos apuntaron con sables a muchos de los “xeneizes”, incluidos padres con niños chicos.
En parte, la policía local se vio sobrepasada porque, según reportan periodistas tanto brasileños como argentinos, mucha gente intentó ingresar al estadio sin entradas. En otros casos, además, fanáticos argentinos denunciaron haber sido estafados, adquiriendo tickets falsos.