El maíz, clave en la rotación de cultivos

El maíz, clave en la rotación de cultivos

El maíz, clave en la rotación de cultivos

La trilla de los cereales de invierno y del garbanzo en la provincia y en el NOA están en su etapa final. Se están obteniendo resultados muy variables, debido a que las condiciones climáticas que se presentaron durante las diferentes etapas del cultivo -dadas, principalmente, por las escasas precipitaciones que se dieron en las etapas finales del desarrollo de las plantas- condicionaron en muchas zonas el adecuado crecimiento de estas.

Algunas lluvias que se dieron durante octubre llegaron en plena maduración, y perjudicaron aquellos lotes que no estaban todavía cosechados, produciendo algunos problemas de calidad de los granos trillados.

Hoy la situación de los productores vuelve a ser difícil por los motivos comentados, ya que muchos vienen muy golpeados -financieramente hablando-, a raíz de lo difícil de las últimas campañas de granos en general, que también fueron complicadas por los mismos motivos de falta de agua de manera regular en sus ciclos de cultivos. A esto se suma que la falta de gasoil también influye, tanto en las etapas finales de recolección y comienzo de las labores de presiembra que deben realizar para la campaña gruesa que ya está encima.

Igualmente el productor sigue trabajando y piensa en cómo debe afrontar estas problemáticas y mirar hacia el futuro de otra manera para decidir qué sembrar y cómo debe hacerlo de la mejor manera posible.

Diferentes organizaciones estiman que en esta campaña gruesa que viene en general, casi todos los productores de granos del país volverían a aumentar un poco su porcentaje de siembra con maíz, lo que permitiría que se dé la segunda siembra histórica del cereal a nivel nacional alcanzando unas 7,3 millones de hectáreas. Por supuesto que solo es de maíz comercial que se trilla y se vende como grano, sin tener en cuenta lo destinado a forraje y a otros usos.

Es una buena noticia. Pero en nuestra región no es una novedad, ya que el maíz es un pilar para la producción sustentable de granos para el NOA, debido a todos los beneficios que otorga a los suelos. Sobre todo, en sistemas de rotación.

La rotación de cultivos presenta ventajas, desde diferentes puntos de vista; ya que el solo hecho de incorporar otros cultivos permite al productor diversificar riesgos productivos y económicos, porque las condiciones ambientales pueden tener diferente impacto en los distintos cultivos de la rotación. De igual modo, los precios de los productos pueden variar, y se logra así disminuir el riesgo medio de la actividad; máxime si ello se combina con estrategias de coberturas de precio y climáticas.

Los beneficios agronómicos en general son más importantes todavía, debido a las mejoras en la fertilidad física y química de los suelos; a la provisión de una adecuada cobertura de rastrojos, y a la disminución de plagas, de enfermedades y de malezas, entre otros.

En el aspecto físico, los distintos sistemas radiculares de los cultivos exploran diferentes estratos del perfil, lo que permite una colonización del suelo con raíces de diferente arquitectura.

En el plano biológico las ventajas de la rotación de cultivos son también evidentes. Específicamente, en los primeros centímetros del suelo, donde existe una intensa actividad y diversidad biológica responsable, en su mayoría, de la mineralización, de la formación y del reciclado de la materia orgánica, y de la disponibilidad de nutrientes.

En lo referente a la cantidad y a la calidad de rastrojo que incorpora al suelo es primordial, ya que permite que sea un sustrato del que se nutren los microorganismos, lo que equilibra sus poblaciones -como ocurre en ambientes naturales- y ejerce un efecto inhibitorio sobre patógenos, plagas y malezas, que tiene que ver con la interrupción de los ciclos de vida de estos problemas. La rotación no solo es del cultivo en sí, sino también resulta necesario complementar con la mezcla de principios activos de diferente mecanismo de acción, tanto en herbicidas como en insecticidas.

Hoy los productores tucumanos y del NOA saben de las virtudes que tiene rotar cultivos de manera correcta y apoyada con prácticas agrícolas adecuadas. El solo hacerlo permite una mayor estabilidad de producción, un aumento de la capacidad productiva del suelo y el consecuente aumento de la rentabilidad en el sistema agrícola como un todo.

Tucumán y la región tienen muchos ejemplos que permiten afirmar que la rotación fue un éxito. Sobre todo por lo realizado por las instituciones de investigación agrícola que mediante sus ensayos demuestran y confirman sus excelentes resultados.

En esto el productor de granos y el productor en general lo saben y realizan esta práctica agrícola en su campo casi sin tener dudas al respecto.

Esta campaña nuevamente deberá ser realizada bajo un sistema de producción de granos sustentable que le dé previsibilidad al productor en todo sentido, ya sea ambiental y financiero.

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