Probarán una medicación contra el dolor crónico desarrollada por Conicet
La Anmat aprobó el ensayo del primer medicamento en el mundo contra el dolor crónico y es un remedio que está desarrollando el Conicet con la Universidad Austral. Marcelo Villar, científico del Instituto de Investigaciones en Medicina Translacional, explicó en diálogo con LG Play, que se trata de un estudio que vienen desarrollando desde hace ya muchos años nosotros. “Somos un grupo que estudia dolor específicamente de distintos tipos y hace unos 16 años más o menos nos pusimos en contacto con la empresa Inmunotec, que tenían una molécula llamada mt 54, que la pensaban usar para vacunas. Nosotros teníamos resultados que indicaban que el dolor crónico se bloqueaba inyectando células madres en animales. Dado que esta molécula era un movilizador de estas células llamadas mesenquimales, pensamos que tal vez podría ser un buen acercamiento para tratar el dolor crónico. Hicimos los experimentos, las cosas salieron estupendamente bien y hemos hecho varia publicaciones en el curso de los últimos años. Además fuimos puliendo los hallazgos hasta llegar a esta etapa en la que nos presentamos a Anmat para poder empezar a probarla en humanos”, explicó Villar.
Agregó que el equipo científico tiene muchas esperanzas y quiere seguir todos los pasos que corresponden en la investigación clínica. “En la investigación preclínica ya se demostró que esta droga no tiene efectos adversos en animales, salvo en dosis muy altas, mucho más altas de las que sería necesario aplicar en pacientes humanos”, aclaró. Como ejemplo, indicó que cualquier que tome aspirinas en exceso puede sufrir una hemorragia digestiva. “Se trata de tomar estas drogas en la proporción indicada para una determinada patología”, subrayó.
Esta primera fase de investigación clínica comienza con voluntarios sanos. “Se aplicará la droga en dosis crecientes en tres grupos para demostrar que en los humanos ni aparecen efectos colaterales ni hay indicios de adicción. Una vez completada esta fase, iremos a la segunda, que es aplicar la droga en una patología específica dolorosa para demostrar si realmente bloquea el dolor como nosotros anticipamos”, enumeró el científico.
Villar indicó que se ha tenido muy en cuenta que la medicación no genere adicciones, ya que es conocida, por ejemplo, la adicción a la oxicodona. “Este es un tema de mucha atención porque hay que entender que un paciente con dolor crónico, desesperado con su dolor, si encuentra algo que le hace bien, va a tratar de seguir consumiéndolo para lograr ese efecto positivo. Cuando uno toma una droga en exceso durante mucho tiempo hay una tolerancia que hace que uno tenga que tomar más droga para lograr el mismo efecto”, advirtió.
Luego explicó: “vemos que con esta molécula basta una sola inyección subcutánea para lograr un bloqueo del dolor, es decir una analgesia, que se extiende hasta cuatro semanas. Si esto fuera así en humanos sería magnífico. Claro que si no lo fuera y solo lográramos una atenuación del dolor, también sería una buena noticia, porque eso nos anima a seguir con estas investigaciones”.
Claro que para que llegue al mercado este medicamento pueden pasar entre tres y cuatro años. Villar dijo que el equipo de investigación calcula que la fase uno, de pruebas en pacientes sanos, tomará unos seis meses. Luego se trabajará con pacientes de una patología específica, el síndrome de dolor regional complejo, un dolor crónico un dolor muy fuerte, que tiene una cantidad reducida de pacientes, lo que puede llegar a agilizar el proceso.