Cartas de lectores I: neutralidad

Cartas de lectores I: neutralidad

02 Noviembre 2023

Las elecciones producidas desde las PASO han puesto en evidencia una vez más la inverecundia, la insensatez y el desconocimiento de la Constitución nacional e incluso la inadvertencia del significado de las palabras, escritas en el artículo 37: “el sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio”. El diccionario anota el significado de secreto como reservado, casado, silencioso, sin solemnidad. Empero, doctos, diligentes y cuasi en términos generales los políticos dan a conocer públicamente y cuál será el voto que depositarán en las urnas. Por cierto, no estamos obligados a conocer el pensamiento de grandes pensadores como Pitágoras, quien aconsejaba: “reflexiona antes de hablar para no cometer tonterías. Obrar y hablar sin discernimiento es de pobres gentes. Tú, en cambio, harás lo que no pueda dañarte”. Los medios de información dan a conocer en cada momento contrastes e ignorancia en las declaraciones. Pero lo más grave de algunos miembros de alguna comisión es dar a conocer que se ha dispuesto que sus dirigidos opten por una determinada situación, impidiendo, por tanto, que sus asociados disciernan conforme a su pensamiento, sensatez y conocimiento para una buena determinación. Para estos comicios se presentaron cinco postulantes para que el “soberano” decidiese por el “mejor”, sin exigencias ni tapujos. Era la obligación del ciudadano “optar” y no mantenerse ajeno salvo una grave dolencia o impedimento estimado, incurriendo en la irresponsabilidad camuflada en la palabra “neutralidad”. La decisión de la mayoría implica el ejercicio del desarrollo y el progreso de la nación que favorece a todos los connacionales. Todas estas implicancias forman el proceso de formación de niños y jóvenes. Lo contrario induce al subdesarrollo y a la pobreza mental. Se ha puesto en juego la enseñanza de la neutralidad que sólo es aplicable para asuntos de carácter internacional y no precisamente ajustable los asuntos nacionales, dado que atañe directamente a quien lo practica. Es un proceso eminentemente personal de no inclinarse ninguno de los candidatos o a la aprobación de una determinada propuesta. Es algo parecido a la doctrina de la abstención aplicable a la política que consiste en privarse de elegir. Ambas desentonan con el principio elemental del pensamiento y desencantan la introducción humana de la reflexión para una decisión. El contraste de las muestras televisivas de la naturalidad y la obtención se presenta en el aula y del claustro en donde preclaros maestros y doctos explican a discípulos y alumnos la necesidad imperiosa de leer, educarse instruirse para no cometer yerros y promover el engrandecimiento de la versión por medio de grandes y reflexivas decisiones. Por cierto otro preciado ámbito es el hogar.

Fernando Sotomayor    

J. B. Alberdi 139 - S. M. de Tucumán

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